Un estudio encargado por la asociación de vecinos de Lobeira a un laboratorio de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense revela, según este colectivo vecinal, que el agua y playas fluviales del embalse ourensano de As Conchas situado a caballo entre los concellos de Bande, Muíños y Lobeira, presenta unas concentración "al máximo nivel de alerta" de un alga denominada microcystis aeuriginosa que es cien veces más tóxica que el cianuro.

Los vecinos presentaron ayer el estudio y adelantaron ayer que van a presentar los análisis ante el fiscal de Medio Ambiente de Ourense, para que investigue si la Confederación Hidrográfica Miño-Sil o la Xunta han incurrido en delitos de dejadez de funciones contra la salud pública. Anuncian además que seguirán analizando el estado del agua de forma periódica y van a convocar una concentración silenciosa, "como silenciosa es la actitud de las administraciones", afirman, que se celebrará el próximo domingo día 14 de agosto a su paso por la población de As Conchas.

Ensayos con animales

Los resultados de este análisis de laboratorio realizados a través de tres muestreos con tomas de agua recogidas en diez puntos del embalse de As Concha y de sus playas fluviales, acaban de ser remitidos a los vecinos, por el grupo de Eduardo Costas, catedrático de genética de la Facultad de Veterinaria de la Unidad Complutense y especialistas de ámbito internacional en este tipo de análisis. El informe de seguimiento de estas cianobacterias o algas tóxicas que han proliferado en el embalse, se ha realizado siguiendo la identificación, recuento y análisis de tu toxicidad mediante tests, y a través de bioensayos con animales como el ratón y modelos celulares (hepatocitos) de tipo humano.

Las playas fluviales y complejos deportivos que están situados en el entorno del embalse de As Conchas, son áreas de recreo utilizadas desde hace décadas por los vecinos durante todo el año y especialmente en verano, así como de los cientos de visitantes y jóvenes de acampada acogidos en el complejo de la Xunta, que advirtió ya advirtió ya en mayo a los concellos de la zona, que prohibieran el baño ante la turbiedad del agua.