Ourense es la provincia gallega que presenta el mayor problema de concentración de gas radón en las casas –favorece la aparición de cáncer de pulmón–, al superar el 23,9% de las mismas el índice de alto riesgo, establecido para las zonas que sobrepasan los 200 becquerelios por metro cúbico. Pontevedra se encuentra en segundo lugar, con un 21,6 %, seguida por A Coruña, con 14,4%, mientras que en Lugo solo afecta al 5,1%. La media gallega es de 16,4%, según los estudios realizados por el Laboratorio de Radón de Galicia de la Universidad de Santiago, tras medir la incidencia del gas en 2.626 edificios.

El director del Laboratorio de Radón de Galicia y profesor de Salud Pública de la Universidad de Santiago, Xoán Miguel Barros Dios, explica que el desprendimiento del gas radón en los domicilios particulares "es la segunda causa de cáncer pulmonar en las personas fumadoras y la primera en las no fumadoras".

Se consideran zonas de alto riesgo, las que tienen más de un 10% de las casas con cantidades de radón que superan el límite de los 200 bq/m3. Sobrepasan esta cantidad las comarcas de Allariz-Maceda, con el 35,3%; Baixa Limia, 28,6; A Limia, 15%; Ourense, 19,4; O Ribeiro, 19,2%; Terra de Caldelas, 66,7% –con la reserva de que solo se han medido diez casas–; Terras de Celanova, 15,4%; Valdeorras, 30,4%; Verín, 64%. En cambio, O Carballiño solo tiene un 3,2%. El Concello de Ourense, en el que se concentra la tercera parte de la población, tiene una incidencia del 15,1%, superando el 10% límite, pero cuatro puntos por debajo de la media de la comarca.

El radón es un gas de origen natural, que se produce por la descomposición del uranio, elemento que se encuentra en el granito y en otras rocas. Se suele filtrar por las grietas, canalizaciones y cámaras de aire de los edificios, incluso a través del cemento y del hormigón, por el suelo, y se acumula en los sótanos y en las plantas bajas, por tratarse de un gas más denso que el aire.

Los bajos de las casas que presenten este problema, deben de ventilarse mucho, para bajar el nivel de gas hasta proporciones inferiores a los 100 bq/m3. Pero como esto representa un problema durante el invierno, por la bajada de las temperaturas, lo mejor que pueden hacer los usuarios de los edificios afectados es instalar un sistema adecuado para bajar la concentración de gas, mediante la colocación de una arqueta de succión, con un tubo de pvc que sale al tejado.

Xoán Miguel Barros Dios explica que Galicia cuenta con una gran cantidad de granito y de rocas que tienen una alta concentración de uranio, "con una vida media –el tiempo que tarda en reducirse a la mitad– de 4.500 millones de años", por lo que representa un problema para la población que resida en la zona, al propiciar la aparición del gas radón, que "se reduce a la mitad en 3,8 días". Pero el problema es que está entrando de forma permanente, si no se tapan los lugares de penetración.