El pasado viernes, día 26, coincidiendo con la muerte del pulpo "Paul", un grupo de amigos del concello ourensano de O Carballiño decidió llevar a imprenta una esquela, igualita en diseño y crucifijo que la que se dedica a cualquier cristiano fallecido, en la que se anunciaba la celebración, este fin de semana, de la misa y posterior entierro del cefalópodo más famoso del Mundial de fútbol, nombrado además este verano Hijo Predilecto de la villa carballiñesa.

"Era una simple diversión entre amigos; teníamos preparada su urna mortuoria, el responso y el "cura" de pacotilla; pero unas horas antes empezaron a llamarnos medios de toda España y Tele-5 nos dijo que iba a emitir el entierro en directo en su informativo del mediodía y la verdad nos "acon..gojamos", confiesa Antonio Revilla, propietario de la tapería Novo Flamingo de O Carballiño, que organizó la fiesta.

"Descanse en paz el pulpo "Paul". Sus primos: los calamares rebozados, chipirones al ajillo, langostinos, sepias y demás familia, ruegan una oración por su alma y la asistencia a la conducción del cadáver que tendrá lugar...", rezaba la esquela repartida a conciencia por las calles de la villa.

Pese a la presión mediática inesperada y la masiva afluencia de público al funeral, por coincidir con la celebración de la última feria de mes en el municipio, jornada en la que las calles están salpicadas de "pulpeiras", la enlutada comitiva partió de la Plaza Mayor de la villa portando en su interior su pulpo "Paul" de fieltro, morritos pintados y ataviado con los colores rojo y gualda, como manda la madre patria.

El padre "Darío" fue el encargado de dar lectura a un sentido responso de despedida seguido con rictus circunspecto –ni una risa se permitieron– de los organizadores del cortejo fúnebre. Las improvisadas y compungidas plañideras llegaron con claveles para adornar la capilla ardiente del histriónico pulpo, que no paraba de reír en su despedida, en una auténtica recreación del esperpento a la gallega.

"Primero pensamos en dar cumplido entierro a este pulpo, que es además el único Hijo Predilecto que teníamos en O Carballiño, quemándolo", explica Revilla, "pero decidimos que un pulpo a la gallega debe morir con dignidad: es decir en el caldero".

Así fue como "Paul" remató su viaje vital desde su nacimiento, posiblemente en alguna factoría de Taiwan, hasta la enxebre perola de cobre del "pulpo á feira", donde como un James Dean murió joven, para elevarse a la inmortal categoría de mito.

"Lo cierto es que la historia del pulpo "Paul" y la decisión de convertirlo en Hijo Predilecto, hizo que el nombre de O Carballiño diera la vuelta al mundo", reconoce Antonio Revilla. "así que le debíamos una". Aunque en O Carballiño nadie se cree que "Paul", rebautizado ayer como "Pabliño á feira", tuviera artes adivinatorias

"Lo único que quería el pulpo era comer mejillón fresco y con uno de sus tentáculos se comió el de la urna española pero ¿quién sabe hacia dónde apuntaba con sus otras siete patas?", se pregunta Antonio Revilla.