El alcalde socialista Avelino de Francisco se muestra dispuesto a hablar con el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, sobre la posibilidad de instalar en el Concello de Cortegada la incineradora de residuos que el Ejecutivo gallego quiere implantar en el sur de la provincia de Ourense, "en una zona limítrofe con Pontevedra", tal como anunció el pasado domingo en una entrevista concedida a Faro.

El regidor indica que antes de definirse, sobre la posibilidad de que la incineradora de residuos se pueda crear en Cortegada, "habrá que conocer el proyecto, la valoración medioambiental y la ubicación exacta, para estudiar si es de interés para el concello", dependiendo de la cantidad de puestos de trabajo que se creen y de las ventajas e inconvenientes que plantee. "De momento yo no puedo decir que sí ni que no, porque no se ha planteado el tema formalmente".

Avelino de Francisco reitera que tiene interés en conocer el proyecto, para poder valorarlo. "Después hay unas comisiones, un grupo de gobierno, una oposición, un pleno y un pueblo que dirán sí o no". De todas formas, adelanta que no considera conveniente que la incineradora se coloque en el polígono industrial de Cortegada, que está proyectada a 2.000 metros del núcleo de población. Como alternativa, en el caso de que se acepte la implantación de la planta, baraja la posibilidad de que se haga en un monte comunal, "decisión que tendría que adoptarse de común acuerdo con los vecinos de la zona afectada".

El Concello de Cortegada cumple con todos los requisitos necesarios para acoger la planta, en cuanto a dotación de infraestructuras viarias, al encontrarse cerca de la autovía Rías Baixas. "En la actualidad estamos muy bien comunicados con Vigo y con Ourense, a 45 y 30 minutos de viaje, respectivamente", reconoce el alcalde. Pero además, cuenta con una estación de ferrocarril a tres kilómetros.

A pesar de que Cortegada dispone de importantes instalaciones termales, que tendría que preservar, dispone de un amplio territorio con baja densidad de población, unos 55 kilómetros cuadrados de superficie, con abundantes zonas de monte comunal, donde se podría construir la incineradora, en el caso de que la Consellería de Medio Ambiente llegue a un acuerdo con el Concello. "Para estudiar esa posibilidad, tendríamos que sentarnos y hablar", afirma Avelino de Francisco. Y aclara: "De momento no se han puesto en contacto conmigo".

Por su parte, el alcalde de Beariz, Manuel Prado, descarta la posibilidad de que la Xunta implante la incineradora en el municipio que representa, por la apuesta que está haciendo el Concello por el desarrollo del turismo rural. "El turismo rural está en contraposición con la incineradora. Pero además, nadie se ha puesto en contacto con nosotros, por lo tanto entiendo que no estamos dentro de esas posibilidades".

A mayores de la falta de voluntad política, Beariz cuenta con el inconveniente de que no dispone de las condiciones de comunicación recomendables, al encontrarse alejada de la autovía y tener carreteras que no aguantarían una alta densidad de tráfico.

El alcalde de Melón, Alberto Pardellas, rechaza de una forma rotunda la posibilidad de que se pueda construir la incineradora en el municipio que representa y pide al conselleiro que aclare cuanto antes la ubicación que tendrá.