Mañana habrán transcurrido seis años sin respuestas claras del triple crimen de Burgos. Queirugás revive mañana los homicidios que compungieron a la pequeña aldea verinesa por la muerte de una vecina, Julia Dos Ramos; su marido, Salvador Barrio; y su hijo menor, Álvaro; asesinados mientras dormían en su domicilio de la ciudad burgalesa. Seis años después de la tragedia, la última resolución judicial difumina las respuestas. El principal sospechoso del parricidio, Rodrigo Barrio, vio archivada la causa iniciada contra él después de su detención, en junio de 2007, cuando estudiaba en la Universidad Laboral de la ciudad de Ourense.

Desde la decisión de la juez de menores de llevó el caso (ya que Rodrigo tenía 16 años cuando se perpetró el triple crimen), cuatro familiares del joven vecinos de Queirugás han intentado que continúe la causa abierta contra él.

A mediados de abril, elevaron a la Audiencia Provincial de Burgos un recurso solicitando que se desestime el sobreseimiento del caso, y argumentando que "los indicios analizados en su conjunto evidencian bien a las claras la procedencia de someter a juicio a Rodrigo Barrio".

Desde las 11,30 horas de esta mañana, en un acto sencillo y silencioso en la Plaza Mayor burgalesa, los cuatro parientes de Rodrigo (que lo acogieron en su seno familiar después de los crímenes) comparecerán en compañía de algunos amigos para que no se extinga la vía judicial.

Huellas de sangre, una llaves del inmueble, colillas cambiadas de sitio, un anillo de la madre, la personalidad de Rodrigo... conforman la convicción de estos parientes que aún mantienen sus sospechas enfocadas en Rodrigo. Un juicio, según argumentaron, convendría "para que explique qué ha pasado a la familia que tanto se desvivió por él".