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Reválida

Juan estudia 6º en un colegio público, se esfuerza, aprende, aprueba, incluso se divierte bajo las directrices de profesores que no me cabe la menor duda de que han pasado todos los requisitos para ejercer la enseñanza.

Pedro es un conocido político, viste de azul y lleva un pin en la solapa que parece una gaviota. Un día cenando en un reservado del restaurante con empresarios a los que le "preocupan" la situación que está atravesando nuestro país, decide llevar a cabo la última de las ideas que se les ocurrieron esa noche (tras varios gyntonics).

Juan, como el resto de sus compañeros, sigue a lo suyo, se acerca el final de curso y está esforzándose al máximo para no bajar las notas que tanto le costó conseguir, lo lleva bien puesto que su profesora conoce su dificultad de comprensión y le permite más tiempo en los exámenes. Juan se siente muy seguro con su "profe" como él la llama, esto le está dando mucha seguridad para superar sus cada vez más pequeñas limitaciones de aprendizaje.

Pedro llama a Antonio, compañero de cenas, dueño de una empresa de servicios y colaborador del partido. Le comunica que será su empresa la que gestione la prueba, el coste es lo de menos, siempre y cuando se acuerde de lo hablado. Antonio gestionará el material, los supervisores, los resultados (?) y le hará llegar todos los datos a Pedro, que será el encargado de gestionarlos de la forma que acuerden en la próxima cena.

Juan está agobiado, alguien ha decidido realizarle unas pruebas sin tener en cuenta sus problemas particulares y el de otros tantos niños que solo sus profes del día a día conocen. Al menos alguien saldrá beneficiado de todo este gasto de dinero público, siempre y cuando Antonio se acuerde de lo hablado?

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