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cartas al director

Trastornos alimenticios

El pasado 11 de septiembre, en el programa "Luar" de Televisión de Galicia salió a relucir el vestigio o llaga que muchos ciudadanos estamos sufriendo en nuestros cuerpos por estar gordos. Una vez más he tenido que sentir la vergüenza por el maltrato que recibimos los gordos. Concretamente me refiero a lo que dijo Xosé Manuel Piñeiro, que en apariencia televisiva da una imagen, pero sus formas de diálogo evidenciaron ese día que esta sociedad nos sigue castigando a los que sufrimos la gordura de manera implacable. ¿A qué viene preguntarle despectivamente si engordó a Manuel de Andrade?

Se dice que, de por sí, la televisión engorda varios kilos, pero lo que no tiene perdón es que aún por encima se juegue con la gordura en vivo y en directo con semejante atrevimiento y desfachatez. Desgraciadamente mucha gente se encuentra en estos momentos luchando contra los trastornos alimenticios y las enfermedades derivadas de ellos. Gente enferma, que sin comerlo ni beberlo tiene que estar aguantando que Xosé Manuel Piñeiro, miembro del jurado de Recantos, se mofe y ataque a su compañero Manuel de Andrade (un claro ejemplo de los problemas por trastornos alimenticios) por estar gordo. Señor Piñeiro, nadie quiere estar gordo y mucho menos nadie quiere que le recuerden que está enfermo. Por desgracia mucha gente lo estamos y con sus comentarios créame que ha herido profundamente los sentimientos de muchos telespectadores, entre los que me incluyo, y peor aún, flaco favor nos hace a los que sufrimos en nuestra propia piel la repulsión, discriminación y exclusión de la sociedad por estar enfermos. Los que padecemos estos problemas vivimos todos los días la intolerancia de la sociedad, y cuando usted hace este tipo de comentarios, agranda la brecha que nos separa de una sociedad sin complejos, sin prejuicios y de una sociedad tolerante. El programa "Luar" siempre se ha caracterizado por ser un magnífico espacio con un abanico cultural maravilloso, además de siempre ameno y familiar, gran labor la de Xosé Ramón Gayoso que aún a pesar de invitarle a usted, señor Piñeiro, a reflexionar la semana siguiente sobre lo sucedido, usted sigue manteniéndose irracionalmente en sus trece, alegando que no tiene nada que decir al respecto. Él mismo, el señor Gayoso, pidió disculpas a los afectados y los que se hayan sentido ofendidos por sus comentarios desafortunados y de tan mal gusto que hizo acerca de la gordura. Es de vergüenza que sea el señor Gayoso el que tenga que dar la cara por usted. Sinceramente, me parece un maltrato hacia las personas que estamos enfermas y padecemos trastornos alimenticios, algo que no se puede permitir bajo ningún concepto y menos todavía en un medio público como es la Televisión de Galicia.

Señor Piñeiro, un viernes más esperaré sus disculpas; de lo contrario dejaré de ver la TVG por su culpa.

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