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Discriminación por sexo

Gabriel Bravo Hevia - Pontevedra

Estoy perplejo ante la noticia de la sentencia por parte de un juez sobre la educación diferenciada. En ella se dice que dicha educación no tiene derecho a concierto por ser un modelo que discrimina por sexos. Yo mismo, tres hijas y un hijo hemos optado por este modelo de educación y puedo asegurar que en ningún momento nos hemos sentido discriminados por razón de sexo.

Quienes tendrían que pronunciarse sobre una posible discriminación son los sujetos activos del modelo y no los espectadores pasivos externos. Si algo es discriminatorio es porque hay sujetos que sufren discriminación y no es éste el caso. El modelo educativo que yo he elegido tiene colegios de chicas y de chicos, donde se consiguen muy buenos resultados académicos y por tanto muy bajo fracaso escolar. Los periodos de maduración de chicos y chicas son distintos y esto hace que este modelo pueda adecuarse a sus necesidades. Mi hija mayor estudió en un colegio mixto, donde también consiguió muy buenos resultados, por lo que yo también defiendo este modelo. Los que se oponen a la pluralidad son los mismos a los que se les llena luego la boca hablando de libertad en todos los órdenes. Son los que solo tienen la fuerza de su voz agresiva.

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