Síguenos en redes sociales:

Falta grave

Julia Mª González-Alegre Díez

Hace unos días recibí una carta del Concello de Vigo-Sector Circulación.

La infracción es “estacionar el vehículo obstaculizando gravemente la circulación”.

Les cuento: ese día paré delante de la casa de mi madre para recogerla y llevarla, a las ocho, a la misa funeral en memoria de mi hermano. Tengo que subir a por ella porque camina con bastante dificultad. La calle es de las más anchas de Vigo. Además, es de las pocas que todavía no tiene “barricadas” y, por tanto, tiene una circulación bastante fluida.

Seguramente ninguno o muy pocos de los que vivimos en esta ciudad hemos escrito cartas o denuncias protestando del caos circulatorio que hay en la mayor parte de las calles de Vigo. Aguantamos estoicamente todas las obras, ruidos, pasadizos, barricadas, etc.

La “humanización” de las distintas zonas está muy bien, pero ha traído consigo una serie de problemas de aparcamiento bastante serio para los que viven allí. Pero el problema grave no es ese. El problema es que con la “humanización” se han olvidado de enseñar a ser “humanos” a todos esos “hombres de Harrelson” que cuidan el entorno.

Hay algunos agentes que ven como bajas una maleta para dejarla en el portal y se acercan para decirte “circule, circule…”, mientras dejan su coche en doble fila o aparcan donde yo tenía el mío cuando me multaron.

Voy a pagar la multa. De esta forma ayudaré a llenar las arcas municipales y se podrán terminar o empezar más obras de mejora.

Lo malo de esto es que yo tengo que seguir recogiendo a mi madre en su portal, y si el “cochecito” -como dice la canción- “pasaba por allí”, ¡zas!, multa otra vez.

Pulsa para ver más contenido para ti