Cuatro Cosas

Hay un cabreo del copón, y creciente, aquí en el Noroeste, con los psoeciatas, incluyendo a los aborígenes. Le cuentan a avecilla que una de las causas procede de la –supuesta– amenaza, estilo siciliano, hacia O Noso Ex y las supuestas ayudas que su pareja habría logrado para una muy conocida empresa de aquí. Que, por cierto, lo desmintió oficialmente. Ojo...

El pajarillo subraya que todo el panorama está a punto de empeorar. Supo que hay ya fontanería a tope para escarbar en la basura para, con razón o sin ella, debilitar la posición del líder del PP. Y lo van a hacer sin ningún tipo de timidez: apuntan a la familia de la pareja del señor Feijóo. La estrategia a seguir será igualita que la que se sigue contra Ayuso. O sea, “calumnia, que algo queda”. ¿Eh...?

Como diría un francés cursi, la merdeé se va haciendo cada vez más asfixiante. Y lo peor es que está a punto de desembarcar en Galicia a través de miembros audaces de la oposición, intención conocida por los servicios de inteligencia de la corte jacobea. Y aquí tampoco habrá cuartel, para desgracia de este Antiguo Reino. ¿No?

Es cosa de tolos, y/o de malvados malintencionados, que hará mucho más difícil la convivencia entre los grupos parlamentarios. La situación desembocará en cualquier momento en una escalada de acusaciones, falsedades y descalificaciones en su mayor parte del todo infundadas. Por todo ello cabe una pregunta: ¿a quién beneficia todo esto? La respuesta es fácil, con otra pregunta: ¿quién va a salir con éxito de este lodazal? ¿Capisci...?