Cuatro Cosas

Bueno, pues ahora que se acaba la cuesta de enero y empieza la de febrero -a una semana vista-, quizá convenga preguntar qué sucede con la sentencia sobre la tragedia de Angrois y la instrucción acerca del naufragio del “Villa de Pintaxo”. El primer asunto está pendiente desde julio del año pasado, y aunque se espera oficialmente para este trimestre, la cosa no acaba de estar clara. Y ya es tiempo ¿Eh?

Conste que puede que influya en el retraso la delicada situación judicial –en guerra con varios ministros–, pero, si no hay sentencia, se va a batir un récord de espera y los familiares de las víctimas y afectados por el suceso no deberían seguir padeciendo ni dudas ni pérdidas de tiempo. Y menos todavía cuando no hay ni una explicación que, por cierto, ya se merecen de sobra los miembros de ese colectivo. ¿No?...

En lo del “Pitanxo”, la cosa también va para largo. No se espera que tanto como lo de Angrois, pero lleva un camino que exigirá paciencia. Y conste que el retraso no será, en principio, culpa de la Audiencia Nacional, sino más bien del Gobierno, que se pasó un año largo para cumplir la inexcusable bajada al pecio para tratar de descubrir las causas del hundimiento. Aunque de eso ya no se hable apenas. Uyuyuy...

Ya puestos, tampoco conviene olvidar que en estos días ni se oye alguna cosa a cerca de la tragedia naval. Eso sí: la ministra de Trabajo acudió a Galicia “preocupada” por las consecuencias de las boliñas. Pero ni siquiera tuvo una palabra de recuerdo para las víctimas del hundimiento. Claro que, como ella mismo dijo, “no es asunto de mi competencia”. E incluso prescindió de recibir al grupo de afectados directos: viudas, huérfanos, y familiares. Hay que ver. ¿Capisci?...