Mira Vigo

¡Dios ampare nuestro estómago en este largo maratón culinario!

Los chavales del 71. No se borra la memoria de la infancia ni la vida entre pupitres y estos que veis la conservan desde que fueron alumnos en los Maristas, generación del 71. Desde hace más de 30 años Serafín Ocampo, Sera, invita al resto a su cumpleaños, un convivio culinario por supuesto, pero también aprovechan para realizar alguna actividad cultural o deportiva y la de éste ha sido una ruta en bicicleta por la Ribeira Sacra y una visita/cata a una bodega de la zona. Ahí los tenéis, en posición de ataque. ¡Felicidades, Serafín!

Los chavales del 71. No se borra la memoria de la infancia ni la vida entre pupitres y estos que veis la conservan desde que fueron alumnos en los Maristas, generación del 71. Desde hace más de 30 años Serafín Ocampo, Sera, invita al resto a su cumpleaños, un convivio culinario por supuesto, pero también aprovechan para realizar alguna actividad cultural o deportiva y la de éste ha sido una ruta en bicicleta por la Ribeira Sacra y una visita/cata a una bodega de la zona. Ahí los tenéis, en posición de ataque. ¡Felicidades, Serafín! / Fernando Franco

Fernando Franco

Fernando Franco

Estoy en medio de un atasco gastronómico, sirviendo de olívico guía a un grupo castellano fiel cada año a estos días de lucerío prenavideño. Precisamente la familia Castilla apellidados. Debería darme subvención el concejal del negociado de Turismo de este concello por mi colaboración a la causa. Los recibí el miércoles con una recepción ya ritual en La Comidilla de Natalia Rodríguez, haciendo al anochecer el paseo lumínico con parada en la Alameda y sus bodegones de puntapié. Tomamos solo un tentempié por no asustar la cena, que tuvimos ante los fogones de María Fernández y María Martínez, o sea en As Marías de la calle Real. Nos reservó después un espacio Lolo Picallo, gerente del Palacio de la Oliva (al que yo conocí como fantástico DJ en tiempos de la vieja guardia) para tomar una copa en lugar que tanto encumbra por su estética la noche de Vigo. El jueves desde el que escribo (ayer para vosotros) muy de mañanita tendremos visita al Quiñones de León y, de allí, al Timón 2.0 donde David del Río nos dará la mesa con mejores vistas al infinito de la ría. Ya en la atardecida, no sé si el temporal que se prevé nos permitirá ir en el Barco de Nadal que ya tenemos agenciado. Luego, la cena que será más bien tapeo por la noche en El Cocedero, ahí en la calle de las ostras, fieles a Poli. El viernes, tenemos prevista visita Baiona y comida en el Lareira, un clásico de confianza, que nos ajustó María José de los Ángeles y Ramón Lojo y, por la noche, cena doméstica con surtido marisquero que ya aguarda en nuestros frigoríficos. El sábado…. Dios ampare nuestros estómagos porque seguimos.

Los peixes de Javier Álvarez

En La Comidilla estuvimos rodeados de peixes. Sí, Javier Álvarez Blázquez colgó allí varios de sus cuadros y ya sabéis que el tema reiterado de sus obras es el de los “peixes” , animales que le tienen abducido desde hace años por sus formas, colores ,brillos, texturas, etc. Pueden parecer sardinas, choupas, fanecas, xurelos o lo que quieras, pero no son una representación realista de sus especies, son “peixes”. Aparte de esto, como Javier goza de las licencias de la jubilación, está colaborando con el pintor , grafitero y muralista Kevin “Sonriots” para la recuperación estética de superficies urbanas degradadas . Hicieron ya dos intervenciones en portalones de garaje que tenían un gran deterioro estético y tienen más propuestas y proyectos.

Y Patt Skinner muestra una obra en la pantalla de Times Square

Nunca sé por donde anda Patt Skinner, esa querida artista viguesa, porque la última vez que la llamé estaba en no sé que alejada isla colaborando en alguna tarea ecológica. Lo que sí sé que una de sus obras, “Freedom from plastics plead”, que se encuentra en una plataforma de arte, ArtQuis, apareció el día 2 en esa gran pantalla que todos hemos visto en Times Square. El cuadro representa el deterioro del planeta y, en especial, de los mares del mundo. ¡Bien por Patt!