92 no son unas olimpiadas

Xoel Ben Ramos

Xoel Ben Ramos

Hay cierta publicidad made in United Kingdom que me fascina. En contraposición a lo que solemos ver, rebosando satisfacción –e irrealidad–, estos british lo bordan con un estilo flemático y grave. Ahora vayamos a 2014. Siria. La guerra dura tres años –¡ojo!, spoiler: el conflicto continúa–, cada vez más niñas y niños refugiados llegan a Europa. Save The Children lanza una campaña en medios que zarandea a la opinión pública. Busca sacudirnos, lo consigue, y el anuncio sobre el que gira condensa esa maestría: contarte a la cara las historias crudas, sin cocinar. “Esto es lo que hay amigos”. Lenguaje lleno de sentido cuando lo que se narra ya es duro de primeras, con lo cual, doble ración. Aún ayer, visionando de nuevo el montaje, apreté de rabia las mandíbulas. Sí, me paralizó como hace casi una década.

El spot lleva por título If London were Syria (‘Si Londres fuera Siria’) y creo que sintetiza a la perfección lo que Don’t Panic –la agencia creativa que está detrás– quiere desmenuzarnos en la pantalla. En YouTube se llama “Most Shocking Second a Day Video”, algo así como “El vídeo más impactante de un segundo al día”, en referencia a esas piezas donde grabas un segundo de tu vida durante un año, lo juntas y en seis minutos resumes lo sucedido. El anuncio es eso, con una niña de protagonista. También, tomarse un tiempo en verlo no te hace mejor persona, aunque –estoy convencido– un poquitito ayuda.

La semana pasada un cayuco, tras un mes largo a la deriva en el atlántico, era rescatado por un pesquero vasco frente a Cabo Verde. Es cierto, una barcaza más, otra de tantas en verano. Las tenemos muy vistas. ¿A que sí? Lo impactante comenzaba al contar los desaparecidos. Eran cifras de olimpiada: 92. Todos muertos. La inmensa mayoría del mismo pueblo, Fas Boye, Senegal, 20 mil habitantes. Un Porriño. Un Lalín. Muchos de los familiares ni sabían que sus hijas, nietos, parientes… iban a acometer esa travesía suicida. Ahora la película: imaginemos un segundo en su vida durante el último año. El transcurrir diario. Cumpleaños, trabajos, amores, cotidiana existencia. A veces, incluso, cotidiana desesperación que te lleva a fugarte. Pero sigamos filmando el second-a-day-video: niñas jugando –quizás al fútbol– y chavales zanganeando hasta que alguien les propone emprender un camino. Una derrota. Un segundo también. Tras eso, embarcar y algo más de medio minuto de mar salada y desesperación. La última fracción de tiempo solo agua y oscuridad. Fin.

Pues ha quedado resultón. Escribiré a los de Don’t Panic por si les interesa la idea. Incluso al final se puede añadir “Solo porque no esté ocurriendo aquí, no significa que no esté pasando”. La publi de Save The Children también acaba así.

Suscríbete para seguir leyendo