Desde Macron a Le Pen: todos contra Mélenchon

Joaquín Rábago

Joaquín Rábago

El presidente francés, Emmanuel Macron, cada vez más acosado por un movimiento de protestas que no cesan contra su reforma por decreto de las pensiones, parece cambiar últimamente de estrategia.

El enemigo a batir no es ya la ultranacionalista Marine Le Pen: el nuevo enemigo número de la República francesa ya no se encuentra en la extrema derecha, sino en la izquierda, y se llama Jean-Luc Mélenchon.

Para Macron, el proyecto político del partido que lidera Mélenchon, La France insoumise, consiste en aprovechar “la ola de violencia” para “minar las instituciones y deslegitimar a los defensores del orden”.

Macron y sus estrategas dirigen ahora sus dardos más venenosos contra el dirigente de la France Insoumise , al que culpan de intentar hundir a Francia.

Arrastrando por el barro a Mélenchon, creen los macronistas poder desacreditar al conjunto del movimiento popular de protesta contra el Gobierno.

Éste trabaja actualmente en un Frente de Unidad Republicana dirigido esta vez contra el partido de Mélechon y la coalición de izquierdas de la que ése forma parte: la Nueva Unión Popular Ecologista y Social (Nupes).

Hasta ahora el Frente de Unidad Republicana se comprometía a apoyar siempre a los candidatos del partido que fuera que tuvieran que enfrentarse en la segunda vuelta al representante de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen.

Ahora se le da la vuelta a esa estrategia y se busca crear un frente anti Nupes para impedir el avance de la izquierda. Frente en el que estarían desde el partido de Le Pen hasta los macronistas, pasando por los socialdemócratas y los republicanos.

“Arrastrando a su líder por el barro creen los macronistas poder desacreditar al conjunto del movimiento popular de protesta contra el Gobierno francés”

Algo en ese sentido ocurrió ya el pasado domingo en el departamento de Ariége, próximo a la frontera española, donde se repetían elecciones y se enfrentaban en la segunda vuelta Bénédicte Taurine, de Nupes, y Martine Froger, “disidente” del Partido Socialista.

Aunque en la primera vuelta, la candidata de la coalición de izquierdas iba claramente por delante, en la segunda votación se impuso su rival socialdemócrata gracias al apoyo de los macronistas, los Republicanos y la Agrupación Nacional de Le Pen.

Los próximos a Macron ni siquiera se preocupan de ocultar la nueva estrategia del Gobierno, y así el ministro de Trabajo, Olivier Dussop, declaró recientemente que Marine Le Pen le parecía una política “mucho más republicana” que Mélenchon.

A la izquierda francesa, como a la de cualquier otro país, no debería sorprender la nueva estrategia de Macron: a la hora de tener que elegir entre izquierda y derecha, aunque se trate de extrema derecha, el capital siempre ha tenido claro a quién votar.

Así, el presidente de la patronal francesa Medef, Geoffroy Roux de Bézieux declaró hace unos días en la entrevista que le hizo la emisora nacional Franceinfo que Le Pen podría ser “el riesgo necesario” que tal vez haya que asumir.

Como recuerda el diario de izquierda alemán 'Junge Welt', el conocido filósofo francés Fréderic Lordon, uno de los más perspicaces analistas de la política francesa, predijo hace ya casi dos años que durante la presidencia de Macron se crearía un “frente de unidad contra la izquierda”.

Es lo que ahora ocurre y que parece allanar el camino para la llegada un día ya no lejano de Marine Le Pen al palacio del Elíseo. Todo le parece aceptable a la derecha con tal de impedir que gobierne una izquierda que no sea la siempre fiable socialdemócrata.

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