DESDE MI ATALAYA

Prensa marinense (II)

A principios de 1902, aparece “El Defensor del Morrazo”, y como dice el historiador José Torres Martínez, en su libro sobre nuestra historia, surge como queriendo ser neutral entre las dos tendencias, que existían en aquellos momentos, en nuestra villa: “El Bien” y “El Marinense”, de modo que cuando nadie lo esperaba, coincidieron tres periódicos a la vez, aunque de poca duración. “El Defensor del Morrazo”, era un periódico semanal que se proclamaba ser el defensor de los intereses de la comarca marinense del Morrazo, pero solamente alcanzaría cuatro años de vida, pues desaparece, tal como surgió, en 1905.

En 1910, aparece, el “Marín Moderno” también por un período corto, como era el signo de aquella época, debido a su falta de apoyo de los medios económicos locales, bajo la dirección de Andrés Potti y Sarmiento. Y el 13 de enero de 1913, aparece “El Fustazo”, periódico de carácter humorístico, que no consigue superar el año de vida.

Con la desaparición del “Eco de Marín”, el 11 de octubre de 1914, aparece “La Defensa”, que dirigía Hipólito Hermida Oubiña, que igualmente se publicaba los domingos, y que, de alguna manera, tenía la misma ideología que su antecesor, por lo que pudiéramos considerarlo su continuador, y precisamente, por ello, no disfruto de la simpatía popular de los marinenses, al defender, con extrañas campañas, intereses contrarios a los de los marinenses, por ello, como sus antecesores, tuvo poco apoyo, y pronto desapareció.

El 16 de febrero de 1913, sale a la calle el semanario independiente “Marín”, que fue dirigido por un gran marinense, Raimundo Vidal Pazos, que inicia esta primera época, en sustitución del ya desaparecido “Fustazo”. Su ideología identificada con la política liberal del también marinense Antonio Pazos Fontenla, a la sazón Presente de la Diputación Provincial, el semanario tuvo siempre una amplia información local y comarcal, e incluso tenían cabida informaciones nacionales. Contó con colaboradores ilustres, como Gerardo Álvarez Limeses, Antonio Noriega Varela, José Pueyo García, Ramon del Valle Inclán y Domingo Seguí, en otros muchos. Se dedicó siempre a los problemas de nuestra villa, con una amplia información, también a la actividad portuaria pesquera y comercial, e incluso llegó a leerse en las colonias de América. Con una información documentada y objetiva en defensa de los verdaderos intereses de Marín. Dejó de publicarse el 14 de noviembre de 1915.