Cuatro Cosas

Avecilla, que sigue volando con plomo en las alas –pero vuela–, confiesa que no se le había ocurrido extender eso del “Efecto P”, por Petrus, al resto de la izquierda. Pero resulta que uno de sus confidentes, buen amigo de un teórico de la política revolucionaria, de esos que tanto abundan aquí, le confesó que las diversas procesiones en que se dividió la Santa Compaña para acoger a los penitentes de los grupúsculos que quedan, van repletas de fieles. Uf.

Y es que han echado cuentas. No se sabe si con un ábaco o un ordenador: las finanzas son tan minúsculas como los restos del naufragio, ya entendéis lo que quiere decir el pajarillo cantor. Pero lo pintoresco del soplo es que a los del club de los pequeñitos les salen sus cuentecitas. Creen que el “Efecto P” les puede atraer votos de los que no apoyan a los nacionatas y mucho menos al PP, que lo de Vox, aquí, no chuta ni de cogna. Por ahora, al menos: luego, chi lo sa. ¿Eh...?

Por cierto. A riesgo de que el coro de Os de Sempre le llamen de todo, Anacleto, que se castigó viendo el debate en el Senado este martes, asegura que el presidente del PP le dio un repaso al del actual Gobierno que sentará precedente. Porque fue la primera vez, siempre según el agente secreto, que se vio al jefe de los petrusianos como despistado. De ahí, quizá, que avecilla asegure que las exPPectativas sigan altas, muy alto. Y conste: el pájaro vio las cifras. Yes...

Mientras, oído cocina: deberíais estar muy atentos a la fase de confección de las listas municipales de los partidos gallegos importantes –en los otros se juegan los puestos a los chinos, vistas las posibilidades–, porque hay tomate. Todo quisque se calle, pero es imposible satisfacer a quienes aspiran a un puesto seguro, porque a día de hoy nadie sabe con exactitud cuál puede ser. Depende de las ciudades, villas y pequeños municipios, y de los alcaldables. ¿Capisci?

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