Crónica Política

Los músculos

Javier Sánchez de Dios

Javier Sánchez de Dios

A estas alturas y visto lo visto, es muy probable que la reunión que anuncian en Santiago los presidentes de Galicia, Asturias y Castilla y León sirva para mostrar lo que este periódico definía, con acertada expresión, su “músculo” político, económico y reivindicativo. O, para ser más exactos, que la exhibición consiga mover –hacia adelante, por supuesto– las peticiones conjuntas. Y no es porque falle la musculatura, sino porque probablemente no será tenida en cuenta por el destinatario del mensaje. Incluso aunque además de los firmantes citados se unan empresarios, organizaciones y plataformas cívicas de las tres comunidades. Se habla de lograr objetivos, que no de recados, porque repetir los que ya se enviaron es una pérdida de tiempo y esfuerzos.

La cita, para muchos, es una buena idea, y a fe que reclamar celeridad para el proyecto del Corredor Atlántico de Mercancías Ferroviarias no sólo es excelente, sino imprescindible. Cierto que faltan los municipios, al menos los mayores –porque suman más músculo que los otros: quizá lo ideal sería que la Fegamp estuviera junto a todos los demás–, pero aun así el pesimismo que expresa esta opinión no se eliminaría. Y es que por más que se exhiba potencia y capacidad de unión en lo esencial, el Gobierno tiene más que demostrado que en el fondo y en superficie le importa un rábano el punto de vista de otros, sobre todo si no coincide con el suyo y además viene de la competencia.

(Es así a pesar a la presencia de Asturias, con gobernanza socialista, con otras dos que no son precisamente afines a Moncloa. Incluso el presidente de una de ellas, la castellana, anda en pleitos a causa de un protocolo normativo mal enfocado y que ha provocado una polémica absurda y no muy bien intencionada por parte de Vox con don Pero Sánchez y su equipo. En todo caso, y como la esperanza es lo último que se pierde, habrá que aguardar al viernes, a lo que entonces de decida y, sobre todo, a cómo reciban el mensaje cuando llegue a su destino. Pero los precedentes son los que son, y sería raro que, en víspera electoral, un gobierno accediese a una petición opositora: la aceptaría presentándola como propia).

Claro que, en hablando de músculo, procede mencionar, siempre desde opinión personal, el poco que le queda al Ministerio del señor Planas a la hora de defender el sector pesquero. Ayer mismo daba FARO DE VIGO la noticia de que España se ha quedado sola en el recurso contra la normativa europea que cercena derechos adquiridos por la flota gallega anulando cuotas y anunciando más recortes. No es nuevo, pues como se ha dicho y reiterado, ningún gobierno ha protegido comm´il faut a la flota gallega en todos estos años transcurridos desde el ingreso en la Unión. Y eso se paga a medio y largo plazo. Y ya se ve: las facturas llegan ahora bajo el disfraz de la “defensa ecológica”.

Conste que la debilidad muscular de España ante Bruselas es, al menos en apariencia, extensible a otros asuntos. En este de la pesca se ha quedado sola al retirar su recurso contra la nueva normativa Francia, Portugal e Irlanda, después de que el ministro no presentase la petición de suspensión del nuevo reglamento. Pero, además, el actual Gobierno de coalición está bajo la lupa de la UE en materia de gestión de los Fondos Next Generation, de sus criterios de reparto y ha advertido sobre maniobras sospechosas para controlar a los tribunales. Y eso, por mucho que se intente disimular con argumentos desde el PSOE y rebuznos de sus socios, debilita. Los músculos y, lo que es casi peor, la imagen.

Suscríbete para seguir leyendo