Hace unos días salió publicado en la revista académica Land Use Policy un artículo que firmo con mis colegas y amigos Eduardo Corbelle, Edelmiro López Iglesias, Patricio Sánchez y José María Da Rocha. Los dos primeros de la USC, y los dos últimos colegas de la UVigo. El trabajo, que durante unas semanas puede descargarse de forma gratuita del sitio web de la revista, aborda un asunto mayor para la sociedad y la economía gallega. ¿Qué pasaría si recuperásemos para usos productivos agroganaderos las tierras hoy abandonadas en Galicia? La pregunta, estimulante, nos la formuló el Conselleiro de Medio Rural hace un tiempo y a ello nos pusimos.

Lo primero, la identificación de las tierras: 512.308 hectáreas. Más que la provincia de Pontevedra. Una barbaridad. Lo segundo, el impacto a corto plazo que tendría su recuperación para la economía gallega: un incremento del 1% del PIB y alrededor de 10.000 empleos que, además, se concentraría en espacios hoy económicamente deprimidos o en declive. Pero el impacto a largo plazo sería mucho mayor y afectaría a más sectores, para situar el PIB de Galicia un 3% por encima del observado. Además, hay que tener en cuenta los efectos positivos para el control y reducción de incendios, con los consecuentes ahorros; la mejora del paisaje; el avance en la ordenación del territorio; el impulso demográfico en los espacios rurales y, si se hiciese bien, la sostenibilidad ambiental. Es una puesta ganadora desde todos los puntos de vista. ¿Por qué no la hacemos?

Fundamentalmente por la fragmentación y caos que rige la propiedad de la tierra en Galicia. Por eso es tan importante que la ley aprobada hace unos meses se despliegue en su integridad; y que contemos con una estrategia global para el medio rural que incorpore como objetivo y como herramienta todas esas tierras. Depende de nosotros.

*Director Director de GEN (UVigo)