¿Por qué las galletitas saladas de los aperitivos tienen forma de pez? Ni idea. ¡Hay tantas cosas que no sabemos y tantas que hemos olvidado! Si sumas las unas a las otras, te quedas absurdo. Hay novelas que fueron importantísimas en mi biografía lectora cuyo argumento no recuerdo o recuerdo a medias. Se me ocurren estas naderías mientras me tomo un vino blanco acompañado de galletitas con forma de pececitos salados. Seguramente, es un modo de no pensar en nada. Un modo, quizá, de ser pensado. Las ideas atraviesan mi cabeza como los pájaros el aire. Van y vienen, algunas -las obsesivas- se quedan un rato, amenazándome. A las ideas obsesivas podríamos llamarlas también ideas recurrentes porque se manifiestan de manera periódica. ¿Qué será este dolor del costado? ¿Por qué la manzana de la tarde me sabe desde algún tiempo a electricidad? ¿Cuándo cogeré el primer catarro del otoño?
