Ronda estos días el cometa nuestros cielos y los paraísos sin contaminación lumínica acogen cada noche romerías de devotos que buscan esa estela que ya no se dejará ver hasta dentro de 6.800 años, horizonte improbable para los que estamos aquí. A falta de celebraciones de los santos patronos, Cabo Udra o Cabo Home acogen la procesión canicular.