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Pongamos que hablo de Madrid

Les voy a hacer una confesión: soy madrileño; afirmación hoy no exenta de riesgo después de convertirse la capital en el foco del Covid-19.

Madrid, capital de España, acoge la práctica totalidad de instituciones públicas, ministerios y organismos gubernamentales de primera nivel; también acoge la más variada oferta de ocio cultural (y no, no me refiero sólo al CARS, Prado o Thyssen). Cuenta con uno de los mayores jardines botánicos del mundo, con piezas 100% únicas. Sinatra explicaba que Nueva York es la ciudad que nunca duerme. Franky, una puntualización: en materia de ocio nocturno, Madrid se lleva la palma a nivel mundial. Las farras que he pasado en el Berlín Cabaret de Madrid con mi amigo Fernando hasta las tantas miércoles sí, jueves también...

Su oferta gastronómica es brutal. Tanto si tienes una cartera abultada para ir a los diversos restaurantes estrellas Michelín como ir a tapear a Casa Pepe, un referente en El Barrio del Pilar: por cada caña un plato de alitas.

Madrid es eso, y mucho más: vitalidad, marcha, negocios, ferias, empleo, estudiantes; también el lugar elegido para acoger las quejas de todos los sectores gremiales: médicos, profesores, ganaderos, mineros, contra el procés, en contra de la eutanasia... Hace años alguien con buen criterio dijo que se debía construir un "manifestódromo" a las afueras de Madrid. La idea no cuajó porque argumentaban que "como a la gente no se la molestaba, no se enteraban de sus quejas". Hay que fastidiar al vecino para hacerse oír, más o menos.

Hoy Madrid es el epicentro del Covid-19. Sabina ya lo contó (y cantó) hace casi 40 años en "Pongamos que hablo de Madrid": "Aquí ya no queda sitio para nadie, pongamos que hablo de Madrid".

Madrid, permitídmelo, es la ciudad que siempre acogerá con los brazos abiertos a estudiantes de Galicia, Granada, Baleares, Asturias, Francia y Japón que quieran estudiar en sus universidades. Siempre estaremos abiertos a que entren en sus bares, restaurantes y discotecas cualquier persona que quiera pasárselo genial.

Madrid es la ciudad de los negocios, la urbe donde todos queremos protestar, el sitio donde queremos disfrutar de sus calles.

El #yomequedoencasa es un lema para que se lo apliquen todos, sin restricciones: madrileños de pura cepa y estudiantes de cualquier región y que, ahora, por no tener clase, deciden volver a la aldea de sus padres?con un regalo sorpresa escondido.

Dedicado a mi familia de Madrid.

*Periodista especializando en Tecnología

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