Nunca hemos vivido una situación como la actual donde una pandemia paraliza la vida. Algo que parece de cuento tétrico de ciencia-ficción y que hace unos meses nos parecería imposible. Pero a nivel más reducido en la historia ha vivido Ourense muchísimos momentos de pestilencias que traían mortalidad y miedo a la población. Una mortalidad quizá mucho más alta en proporciones a las amenazas actuales porque también eran menos los conocimientos y menos los medios. Desde luego el consuelo en tantas ocasiones y también un comprobable valimiento encontraron nuestros antepasados en la devoción a algunos santos especialmente a San Roque por haber sufrido él también los envites de la peste, se hizo como un amigo al que poder encomendarse. Ourense hizo voto de celebrar su fiesta y sigue aún vivo, aunque con pocos fieles por aquello de estar tantos vecinos de vacaciones, y así el 16 de agosto el Ayuntamiento como tal, va a la Catedral y luego con el Cabildo acompañan al santo en procesión, que hace estación en Santa Eufemia. Sustituyendo la que se hacía en el desaparecido Hospital de San Roque.
El Santo Peregrino a Roma, natural de Montpellier, nacido a fines del siglo XIII y fallecido hacia 1376, fue canonizado en 1584 y desde entonces se hizo presente en casi todas las ciudades y pueblos, siendo entre nosotros una de las presentaciones iconográficas que casi nunca falta en nuestras iglesias. Concretamente la propia ciudad de Ourense hizo del Santo uno de sus referentes piadosos de tal modo que con el Corpus las fiestas de San Roque, promovidas por una cofradía de posibles, fueron como las propias fiestas ciudadanas. Quiero en este artículo recordar algunos datos sin pretensión mayor, sobre la devoción a San Roque, la importancia de su hospital y algunos detalles referentes a su fiesta en la que no faltaba nunca una representación teatral. Nada nuevo voy a descubrir de lo que otros autores y yo mismo hemos publicado pero seguro que para una gran parte del público alejado de las publicaciones científicas, puede ser interesante en estos momentos recordar detalles de nuestra historia pasada, relacionadas con el momento que vivimos.
El hospital de San Roque
El Hospital de San Roque de Ourense ha sido una institución de grandísima importancia en la historia de la ciudad. Hay ya algunos trabajos sobre él, aunque la monografía que debería escribirse espera un investigador. Referencia de interés es la aportada por Olga Gallego Domínguez en su trabajo "Hospitales de la provincia de Orense" Boletín Auriense, tomo VI. Ourense, 1976 en las páginas 220-254, a través de los cuales se puede seguir a grandes rasgos la historia del hospital, que reuniendo los varios pequeños que existían en la ciudad, el obispo don Francisco Blanco, de acuerdo con el Concejo funda en 1561 en lo que entonces era extramuros de Ourense. El edificio del hospital dedicado a San Sebastián y San Roque pervivió hasta 1927, cuando se deshizo y su portada se trasladó como cierre del atrio de la santísima Trinidad. El solar en la calle Progreso es el ocupado actualmente por las Oficinas de Correos y Telégrafos. Recoge Gallego Domínguez referencias de donaciones con las que se mantenía el hospital, de la preocupación de los obispos, como únicos patronos, y las diferencias con el concejo, las atenciones concretas de algunos prelados, la presencia durante algunos años al frente del Hospital de los hermanos llamados "Obregones" en el siglo XVII, datos de tipo económico e informaciones interesantes sobre sus últimos años, la descripción del edificio y la presencia de algunas notables obras de arte.
También es valioso y de interés el trabajo de María Seijas Montero, "Pobreza y enfermedad en la Galicia meridional a fines de la Edad Moderna: el Hospital de San Roque de la ciudad de Ourense" (INVESTIGACIONES HISTORICAS 35, Valladolid, 2015 pgs. 129-148) y yo he publicado la transcripción de una copia del año 1836, que se conserva en el Archivo Histórico Diocesano de Ourense, caja 8349/10, de las Constituciones que le dio el obispo don Baltasar de los Reyes, que se completan con una Visita del Obispo Eura con interesantes decisiones para el mejor funcionamiento. (GONZÁLEZ GARCÍA, Miguel Ángel "Las constituciones del Hospital de San Roque de Ourense. Año 1671". APORTACIONES PARA LA HISTORIA DEL OBISPADO DE OURENSE 58, Ourense, 2019).
Era un edificio sencillo del que conocemos fotografías en el que destacaba su portada renacentista con la imagen del Santo en una hornacina avenerada en la fachada, los escudos del Obispo Blanco. Interiormente había una capilla como eje y a los lados las alas para hombres y mujeres. Entonces no se podía pedir más. Hasta el siglo XIX cumplió generosamente con la atención de tantos necesitados, peregrinos y militares. Los obispos corrían con el coste de todas las medicinas que allí se daban y las constituciones señalan y reglamentan el trabajo del escaso pero imprescindible personal que lo atendía.
Curioso es (Archivo Histórico Diocesano Caja 606-91) un cuadernillo titulado: "Año 1841. Liquidación del producto que resultó de las funciones representadas en los Teatros de esta ciudad de Orense a favor del Hospital e Inclusa de la misma", que además de darnos a conocer aspectos de la economía del Hospital nos informa de modo inédito de detalles de la vida teatral y de otros espectáculos públicos. Entradas de conciertos, bailes de máscaras y obras de teatro tenían una parte destinada al Hospital donde entonces estaba también el orfanato. El 1 de marzo pedía e Ayuntamiento que el Hospital pusiese un sujeto en el teatro que se encargase de recoger los 4 maravedís de cada entrada destinados a la beneficencia. (GONZÁLEZ GARCÍA, Miguel Ángel. Retazos de Historia. Teatro y beneficencia en Ourense en 1841. AURIA, nº 139, Ourense diciembre 2008)
La Cofradía de San Roque
La Cofradía debió fundarse a raíz de la erección del Hospital, pero radicando en la Catedral donde tenía su altar en una visita del año 1618 se dice: "Ay otra cofradía de toda la ciudad que dicen de San Roque?. Y se celebra con gran fiesta su día, tiene capellán? y misa en su fiesta con vísperas cantadas y misa y procesión y va el Cabildo al Hospital. A ninguna de estas cofradías se le pide cuenta porque no hay de que tomársela que solo tienen de petitorios y limosna que juntan y son obligadas a regocijar las fiestas del Corpus cada una con una danza en que se gasta lo que sacan de limosna y mucho más. Van a las procesiones generales cuando sale el Cabildo con cruz y pendones cuando son llamados". (GONZÁLEZ GARCÍA, Miguel Ángel. Capillas, cofradías y altares de la Catedral de Ourense hacia 1618. HISTORIAS MENORES DE LA CATEDRAL BASÍLICA DE SAN MARTÍN 3, Ourense, 2008).
Su importancia fue creciendo y con la de Santa María Madre fueron las dos más destacadas en la vida social de Ourense, dejando aparte la del Santo Cristo que tenía otro carácter más devocional y se extendía mucho más allá de la ciudad. Entre los festejos la Cofradía programada para su fiesta además de los religiosos con procesión, misa y vísperas, en la plaza mayor una representación teatral, conocemos algunos de estos festejos y concretamente en el año 1732 se acudió a los tribunales por problemas en la representación de la Historia de San Lorenzo el día 16 de agosto, fiesta de San Roque, cuya cofradía se encargaba de la obra. Curiosa la descripción del lioso festejo según la declaración de Antonio de Losada: (GONZALEZ GARCIA, Miguel Ángel. "La fiesta de San Roque en Orense en el siglo XVIII." BOLETIN DEL SEMINARIO FONTAN SARMIENTO, N.º 8. Santiago de Compostela, 1987
Raro (además del que yo poseo solo el CCPB cataloga otro en el Museo de Pontevedra) es el Reglamento de la Cofradía de San Roque, Ourense, 1867. Impreso en la Imprenta de Doña Pilar Sidarol. Viuda de Lozano, 47 páginas, con un grabado del Santo que también debió de utilizarse como estampa suelta, con datos muy valiosos sobre la devoción al Santo, indulgencias a ella, y organización de la institución. Uno de esos raros impresos que merecería la pena editarlos facsimilarmente en una colección de "raros ourensanos" que no dudo tendría éxito, relativo claro, como sucede con todo lo relacionado con la cultura .
(*) Delegado de patrimonio de la diócesis y archivero de la Catedral
