Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José Manuel Ponte

Inventario de perplejidades

José Manuel Ponte

La "saudade" en el fútbol

Un joven futbolista portugués, André Gomes, que juega en el Barcelona, ha hecho unas declaraciones en las que confiesa estar deprimido y pasando por un auténtico infierno psicológico. Aparentemente, no tiene ningún motivo para sufrir ese decaimiento ya que es un hombre apuesto, que goza de buena salud y tiene un contrato que le garantiza ingresos millonarios durante bastantes años.

No obstante, reconoce que su nivel de exigencia es tan alto que se mortifica cada vez que falla, y esa circunstancia le impide rendir al nivel que él quisiera. Los sucesivos entrenadores que lo han dirigido, Luis Enrique y Valverde, confían en sus capacidades, pero hay un sector de la afición que no le perdona un error y en cuanto lo comete se oyen desde la grada murmullos de desaprobación y hasta algunos silbidos. El caso está dando lugar a controversia en el mundillo futbolístico y hay opiniones para todos los gustos. Desde quienes estiman que Gomes no tiene calidad para encontrar un hueco en un equipo plagado de estrellas , hasta los que creen que se trata de un desánimo pasajero que tiene cura. Y, al respecto, los opinantes de este segundo grupo ponen el ejemplo de su compatriota Cristiano Ronaldo que todos los años se queja de no sentirse querido por su club, y amenaza con marcharse, para luego acabar firmando una renovación al alza de su contrato que acaba por alegrarle el corazón y la cartera.

Pudiera ser, pero tampoco cabe descartar que André Gomes padezca, en su condición de portugués, de algunos, sino todos, de los defectos espirituales que el escritor Teixeira de Pascoaes (1877- 1952) atribuía a sus compatriotas. A saber: falta de persistencia, vil tristeza (saudade), envidia, vanidad susceptible, intolerancia y espíritu de imitación. Desconozco si al autor de Arte de ser portugués le gustaba el fútbol y, en caso de ser aficionado a ese deporte, si pudiera ayudarnos a entender un asunto como el que nos ocupa. Lo cierto es que, fuera de su país, los futbolistas portugueses, incluso los muy buenos, suelen padecer añoranza de su tierra y eso a veces deriva en bajo rendimiento. Yo recuerdo especialmente a Jorge Mendoza que ayudó al Deportivo a no bajar de Segunda División y luego triunfó en el Atlético de Madrid y en el Barcelona; a Alves, un mediocampista sutil, que jugaba en el Salamanca siempre con guantes negros hiciera frío o calor; al imponente Carlos Gomes que fue portero del Oviedo una temporada y acuñó la famosa frase "Se não houver dinheiro não há goleiro"; a Fernando Gomes, dos años plagados de lesiones en el Sporting y cinco goles al eterno rival en un amistoso; a Cristiano, a Futre, a Coentrao, a Quaresma, a Duda: a los brasileños nacionalizados Deco y Pepe y a tantos otros.

Desde la distancia, y solo por ayudar, yo le recomendaría al doliente André Gomes que lea Arte de ser portugués del excelso poeta de Amarante como ayuda para entenderse a sí mismo. Hay allí frases hermosas que invitan a la reflexión. Por ejemplo esta: "O rio é a morte de muitas fontes e o mar e a morte de muitos rios; mas o rio no mar é mar". En el orden natural de las cosas está sacrificarse por un bien superior.

Compartir el artículo

stats