El viernes se presentó la nueva edición del Informe económico y de competitividad de Galicia que elabora Ardán desde hace muchos años, y que ha convertido a Zona Franca de Vigo en referencia ineludible en el análisis microeconómico de las empresas gallegas. De toda la información que ofrece el informe, en esta columna me voy a quedar con un gráfico que nos permite situar a Galicia en Europa y que aparece incluído en uno de los capítulos.
Desde la década pasada, la Comisión europea computa y divulga un indicador sintético de competitividad a escala regional, el Regional Competitiveness Index (RCI). El Gráfico muestra los valores del índice más recientes (2.016). El verde oscuro indica la mejor posición y el rosa oscuro lo contrario, con las tonalidades de ambos colores reflejando las posiciones intermedias. Galicia se sitúa en la zona media-baja de la clasificación. Concretamente, es la 181 de las 263 regiones analizadas. La posición de Galicia sería ligeramente peor que la registrada en el caso del PIB per cápita (167). En todo caso, el conjunto de Portugal y el Sur de España (incluida Castilla-La Mancha) estarían por debajo. La situación en Galicia permanece estancada desde el indicador de 2.010, en un contexto español en el que ninguna Comunidad Autónoma ha mejorado y el Arco Mediterráneo y Andalucía han empeorado.
En definitiva, la situación no es un desastre, pero tampoco es para sentirse satisfechos. Tenemos un amplio margen de mejora y consciencia de que avanzar en competitividad y en bienestar debe ser un objetivo de largo plazo.
*Director de GEN (Universidade de Vigo)
