"A tiros", literalmente "a tiros" amenazó el alcalde de A Cañiza con recibir a unos jóvenes desconocidos que pegaban carteles electorales de Alianza Popular, si volvían a poner un pie en aquel municipio. Bien pertrechado en medio de un grupo de simpatizantes y seguidores, César Mera Rodríguez despachó de su feudo a aquellos chavales con cajas destempladas.
Aquella fue la denuncia más grave por su tono altisonante y bravucón que recibió la Junta Electoral en toda la provincia de Pontevedra durante los veintiún días de una campaña totalmente apacible.
A la hora de la verdad, el incidente quedó en nada porque el acusado negó la mayor. Todo se redujo a una calentura verbal y poco más, sin duda fruto de la impetuosidad de un joven alcalde de 32 años integrado en las filas de UCD. Apenas acumulaba doce meses de experiencia en el cargo y ya quería comerse el mundo. Luego cumplió su legítima ambición política, puesto que sucedió a Pepe Cuiña al frente de la Diputación y fue senador por el PP.
