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Javier Sánchez de Dios.

Crónica Política

Javier Sánchez de Dios

Las romerías

Dicho desde el máximo respeto, y para no repetir los tópicos habituales, desde "las cifras "a la búlgara" o "las sesiones conventuales de la cofradía mariana", seguramente la mayoría de los observadores coincidirán en uno que se va convirtiendo en oficial: en el congreso del PP pasó lo que se esperaba. O sea, nada que no estuviera previsto y controlado, desde la casi beatificación del señor Rajoy hasta la continuidad -vigilada, tras los 303 votos en contra- de la señora Cospedal pasando por la eliminación de debates en asuntos espinosos.

(En ese marco vacío tiene explicación que alguno de los presentes se tomase en serio lo del cambio de nombre del pájaro -con perdón- que constituye el emblema del PP. Alguien, quizá harto de la gaviota, propuso un charrán, que además de golondrina puede ser un par de otras cosas de peor aspecto. Y quizá por ello un edil de Pontevedra propuso una tercera vía: llamar al ave albatros. Hay que ver lo que hace acostumbrarse a ser minoría absoluta.)

En el resto, y dicho lo dicho, hay poco que espigar. Tras la presentación, y aclamación, del señor Rajoy como candidato a la reelección, lo único que podría haber dado cierto morbo al congreso. del PP, que era especular en los pasillos sobre la sucesión futura se esfumó. Lo que sí quedó confirmado es que, por más que el presidente sea de aquí, Galicia pinta poco en los cuadros de mando real de la organización. Como casi siempre.

Por lo demás, en un fin de semana pródigo en romerías políticas y a la espera de analizar en profundidad los acontecimientos podemitas en Vista Alegre -hoy andan escasos de tiempo y espacio- cumple considerar un acontecimiento la gran reunión de alcaldes y cargos electos socialistas que el presidente de la FEGAMP, Abel Caballero, había contraprogramado para Susana Díaz y no dejarle a los otros dos grandes partidos exclusivos el escenario.

El objetivo del regidor vigués, además del señalado, era oficializar su apuesta por la presidenta andaluza como candidata a la secretaría general del PSOE y demostrar que tras ella hay mucho más que postureo. Y don Abel, que lleva demostrado reiteradamente que es uno de los más listos de esa clase, casi logró -le faltó muy poco- el gran objetivo de que Díaz confirmase de una vez lo que todos sospechas: que irá a la elección interna.

De alcanzar el cien por cien de su objetivo, Caballero habría sido portada principal en todos los diarios, por encima de populares y podemitas. Pero aún lográndolo solo a medias, no hay quien le discuta su gran capacidad de convocatoria a escala federal. Y cuando se tiene tal cosa, es difícil que no acabe consiguiéndola también aquí.

¿Eh?

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