¡Ah, qué encendido debate, cariños nuestros, el que se declaró el pasado viernes en la nueva y flamante librería Mishima,Café do Libro en Regueiro, 4, a cuyo frente está el arrojado varón Gonzalo Allegue Jr. Allí tuvo lugar la presentación del libro "Ás voltas coa diversidade cultural" (as conferencias de Claude Lévi-Strauss ante a UNESCO) y en el acto intervinieron el editor, prologuista y anotador de los textos, José M. Álvarez Castro, y el filósofo y escritor Francisco Sampedro. Entre los asistentes se encontraban el psicoanalista Uxío Castro, la dirigente de Podemos Galicia Carmen Santos, representantes de Cultura como Xosé Lois Romero Falque, el escultor cangués Agustín Bastón, el periodista Roque Soto , el biólogo Guzmán Ferreirós Sánchez-Guisande... El acto, os aviso, inauguraba el ciclo cultural de presentaciones de la librería Mishima en 2015, y no es extraño siendo Uxío Castro uno de los presentes y conocido su gusto por destapar cajas de truenos, que al finalizar se abriera un encendido debate sobre temas relacionados con la antropología estructural, tales como ciudadanía/universalidad, naturaleza/cultura y normalización/normativización de la lengua gallega, asunto éste muy discutido, aunque la sangre no llegó al río. Por fortuna, las armas no están tan aceradas. Hace mucho me lanzaron en horas nocturnas un directo a mí creyendo que era autor de un texto elogioso de aquel sonado artículo "Galicia, colonia o champú".
Bien por los 5 de Riobó
El domingo escribí con la música al fondo del disco de tangos gardelianos que acaba de grabar el argentino-vigués Quique Migliarini,que presentará este sábado en el auditorio municipal. Hoy escribo estimulado por la música del quinteto de música tradicional gallega Riobó, que acaban de sacar su disco Quiral. Música tradicional, es cierto, pero el quinteto la filtra desde la perspectiva del folk contemporáneo, sacándole a los instrumentos más antiguos inesperadas posibilidades. Ahí están con la gaita Marcos Campos (¡qué listiño te salió el churumbel Benigniño!), Fernando Pérez (flauta), Fernando Barroso (guitarra), Xosé Liz (bouzouki), y Begoña Riobó, al violín.
Tobío, el veedor del barrio
Veo a José Manuel Tobío, exsindicalista, que conoció bien el mundo de los estibadores del puerto, paseando ahora que está precozmente jubilado por el barrio viejo vigués. Él se echa las manos a la espalda y mira aquí, remira allá, como si fuera un inspector de Urbanismo. Tobío ama su ciudad y canaliza ahora su energía reivindicativa de siempre hacia diversas causas, desde conseguir la medalla del Mérito al Trabajo para las ostreras que siempre tuvo bajo su casa a montar un Cristo al Sergas por las demoras en dependencia, proponer al Ayuntamiento, vía Registro, letreros más claros para el turismo o cambios en las líneas de autobuses. De tanto observar se ha convertido en un experto autodidacto en el transporte urbano vigués. Su última proposición es un autobús Vitrasa al Castro, al menos los fines de semana del verano. "¿Por qué no usáis la línea C 1, prolongando su recorrido hacia el Castro?", dice Tobío con las manos en jarras.
