Son los dos nombres del día en el deporte español. Rayderley Zapata y Ana Peleteiro han dado un nuevo acelerón al medallero olímpico. Y es que horas antes del extraordinario salto de la gallega, el gimnasta lograba otro vuelo memorable hacia la segunda posición. Una simbiosis prolongada desde hace más de un lustro.

A su llegada a Madrid, Rayderley encontró en en Peleteiro uno de sus mejores apoyos dentro y fuera de los entrenamientos. Una confianza mutua que se ha prolongado con los años aunque ella ahora entrene en Guadalajara.

Con el nacimiento de Olympia Zapata Sanz el pasado 17 de junio, la de Ribeira se convertía en su madrina. Y aunque ni la madre ni la hija han estado presentes en Tokio por el estricto protocolo sanitario, Susana Sanz encontró la forma de llegar simbólicamente.

Sin que el gimnasta de origen dominicano se diera cuenta, introdujo en su maleta un babero serigrafiado con el nombre de la niña en la bolsa de la viaje. Adornado con una corona de laurel dorada, este pequeño recuerdo fue uno de los grandes apoyos de Zapata en Japón, siendo el objeto que mostraría orgulloso a cámara tras confirmar su medalla de plata.

Pulpo a la gallega y mariscada para celebrarlo

También tendrá acento gallego la fiesta que le espera a flamante subcampeón olímpico. Zapata confesaba que esa plata sabía "al pulpo a la gallega que me voy a comer con mi mujer y a la mariscada que me voy a tomar con Néstor Abad".

Una celebración a la que podría sumarse Ana y poder celebrar con su ahijada ese doble metal.