Un escándalo inesperado vuelve a azotar a Telecinco: lo protagoniza un exconcursante del Supervivientes, Albert Álvarez, finalista de la anterior edición de Supervivientes 2019.

El participante realizó unas declaraciones incendiarias que ponen en jaque tanto a la organización del programa como a la continuidad del mismo al poner en entredicho la veracidad de la dureza a la que se enfrentan los famosos que deciden embarcarse en esta aventura.

Despechado, el ex superviviente confesó los entresijos de lo que se vive en Honduras, que podrían destrozar la imagen que el público tiene desde hace años de este formato.

Un programa guionizado

El programa de Telecinco, según su finalista. no es tan difícil como quieren hacer ver Telecinco.es

El atleta se confesó durante su estancia en el piso de Solos, lugar en el que está conviviendo con Danna Ponce, donde aprovechó para confesar lo mitificado que se tiene a un concurso al que siempre se le han presupuesto unas condiciones de dureza que, a su entender, quedan dulcificadas una vez pones un pie en Supervivientes.

Ha criticado a Supervivientes de estar guionizado y de ser una experiencia "a medias".

Álvarez se sinceró con su compañera y ha revelado alguno de los secretos mejores guardados del concurso. Ha sido especialmente crítico con algunas de las dinámicas que lleva a cabo la organización. El exconcursante ha expresado que la aventura no es tan dura como pretenden hacer ver.

Una "supervivencia" limitada

Cayo Cochinos es una isla protegida donde no se pueden realizar muchas acciones de las que se hace gala Telecinco.es

"El 'reality' es una supervivencia limitada y convivencia complicada. Para mí, supervivencia es supervivencia. Que yo pueda hacer una cabaña de dos pisos si quiero, pero no puedes porque no tienes material. Pero los útiles te los la organización por detrás de las cámaras", dijo.

El programa, al realizarse en el espacio natural protegido de los Cayos Cochinos, tiene limitaciones legales, según Álvarez, y todo "sigue un guion.

"La leña te la traen ellos. Todo está protegido. Si tú cortas algo son 3.000 euros de multa", explicó.

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Precisamente, en la misma edición en la que participó Albert Álvarez en 2019, saltaron las alarmas sobre los 'engaños' del espacio. El concursante compartió la experiencia con Isabel Pantoja en Supervivientes, quien dio a entender que la organización les daba un sándwich.

Posteriormente Lara Álvarez tuvo que aclarar la polémica y desvelar algo hasta ese momento desconocido: "Antes de los directos damos a los supervivientes un tentempié para que puedan afrontar las pruebas".