P. P.

Es un de los barrios más antiguos de la ciudad, y su carácter marinero sigue presente en la fisionomía de sus viviendas. Bouzas es destino habitual de los caminantes urbanos, que aprovecha el paseo litoral de 3km (ida y vuelta) que bordea la playa de O Adro, desde la avenida Atlántida hasta la terminal de transbordadores.

El camino cuenta con un carril específico para ciclistas y patinadores, por lo que es habitual verlos deslizarse por el paseo cualquier día de la semana: bien sean expertos o niños que aprenden a manejarse sobre las ruedas acompañados por su padres. También es normal encontrarse a pescadores aficionados que esperan pacientemente a que los peces piquen.

Los paseantes disponen de su propio espacio para caminar y contemplar las hermosas vistas que el paseo ofrece de Bouzas y la ría, con el Museo del Mar por un lado y el puente de Rande por otro.

El nuevo tramo que rodea la terminal portuaria, llamada “O paseo dos peixes”, está decorada con diversas esculturas de bronce que representan especies propias de la ría: las centollas, mejillones, lubinas, sargos, pulpo, fanecas, sardinas o congrios.

Al pie del arenal se erige la iglesia de San Miguel de Bouzas, construida en la segunda mitad del s. XVI y reedificada en el XVII. En su entorno se pueden admirar un cruceiro de 1802 y numerosas casas nobles, reflejo del poderío de este barrio independiente en el pasado y que se integró en Vigo en 1904.

El paseo continua hasta la avenida Atlántida, por la que se puede continuar hasta Samil, recorriendo los 4,5 km que lo unen al sendero azul del Lagares. Por este tramo de la ruta se puede disfrutar de una pequeña zona ajardinada con diversos bares y cafeterías muy concurridos con la llegada del buen tiempo.