Guille, un referente en el entorno laboral pero sobre todo un gran amigo en el terreno personal

Sus compañeros del Cunqueiro escriben esta semblanza del brillante investigador cangués Guillermo Pousada Fernández, fallecido a los 40 años tras más de un año de lucha contra el cáncer

Guillermo Pousada Fernández, fotografiado en mayo de 2021 en su villa natal, Cangas do Morrazo.

Guillermo Pousada Fernández, fotografiado en mayo de 2021 en su villa natal, Cangas do Morrazo. / Gonzalo Núñez

Compañeros del Cunqueiro

El pasado Domingo, 25 de febrero, falleció nuestro compañero Guillermo Pousada Fernández.

Guille, como lo conocíamos todos, era licenciado en Biología y doctor en Genética Humana y Biología Molecular, especializado en el estudio genético y molecular de Enfermedades Raras, por la Universidad de Vigo. Su tesis sobre las bases genéticas y moleculares de la hipertensión arterial pulmonar recibió varios reconocimientos, entre ellos el de la mejor tesis doctoral del ciclo.

Desde su incorporación al Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur, Guille estuvo íntimamente ligado al VIH, siendo un pilar fundamental en el desarrollo y ejecución de múltiples proyectos en este ámbito. A su papel en la coordinación de ensayos clínicos, se suman sus intervenciones dentro de la Sociedad Gallega Interdisciplinaria del SIDA, organizando múltiples eventos y cursos que, sin duda, han contribuido enormemente a mejorar el conocimiento sobre este virus. Buena prueba de ello es que, en el año 2021, en reconocimiento de esta corta pero exitosa trayectoria, se le galardonó con el premio nacional al mejor investigador joven en VIH. Usando su profesión como plataforma, Guille también hizo suya la lucha contra el estigma hacia las personas que viven con el VIH organizando varias jornadas culturales bajo el lema de “indetectable es igual a intransmisible” dirigidas a un público diverso.

Tras su diagnóstico el 5 de septiembre del 2022 de un Carcinoma Epidermoide nos hizo a todos partícipes de su lucha a través de las redes sociales. En ellas compartió de forma generosa su diagnóstico y evolución reivindicando, desde varias plataformas, la necesidad de una mejora en la detección precoz de esta enfermedad. Nos narró en primera voz todas sus frustraciones a lo largo del camino, pero también de todos los pequeños logros conseguidos mostrándonos en todo momento la ilusión que tenía por vivir.

Esta personalidad entusiasta, valiente y decidida hace que Guille vaya a ser recordado por sus compañeros como referente en el entorno laboral, pero sobre todo como gran amigo en el terreno personal.

Todo nuestro apoyo a su familia: su padre Manolo, su hermano Sergio, su cuñada María José y en especial su madre Rosa que nos ha inspirado como ejemplo de bondad y fortaleza.