Luto por el prematuro adiós de un científico brillante

Cangas despide a Guillermo Pousada, que falleció a los 40 años y relató en redes sociales su lucha contra el cáncer

Guillermo Pousada Fernández, en Cangas, tras ser reconocido como mejor científico joven en la investigación contra el sida.

Guillermo Pousada Fernández, en Cangas, tras ser reconocido como mejor científico joven en la investigación contra el sida. / Gonzalo Núñez

Cangas acaba de despedir a Guillermo Pousada Fernández, un brillante científico que falleció este fin de semana a los 40 años de edad y que en 2021 había recibido el premio nacional al mejor investigador joven en VIH (virus de inmunodeficiencia humana o sida). Su prematuro adiós llega tras una lucha de un año y medio contra el cáncer. Una batalla de la que dejó constancia a través de un diario a través de las redes sociales, donde daba cuenta de “como empezó y siguió mi pesadilla en orden cronológico” y quería explicar la realidad a la que se enfrentan millones de pacientes oncológicos

“El cáncer… esa puta enfermedad tan terrible y temida, pero que ves muy lejana aún que lo hayan pasado tus allegados más allegados. Hasta que de repente, te lo diagnostican con tan solo 38 años y piensas ‘joder, todavía quiero hacer muchas cosas, disfrutar y vivir la vida’”. Así comunicaba el 24 de septiembre de 2022 a través de un tuit en la red social Twitter (ahora X) el científico cangués Guillermo Pousada Fernández que padecía un cáncer de suelo de boca. En aquel momento tenía solamente 38 años y apenas uno antes, en abril de 2021, había recibido el premio nacional como mejor investigador joven sobre el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). El joven científico cangués falleció este fin de semana y el lunes se celebró en la excolegiata de Cangas su funeral.

El propio Guiller, como era conocido por sus allegados y amigos, fue dejando constancia de su lucha contra el cáncer a través de una especie de diario en las redes sociales, donde encontró una vía de escape. Justo un año después aquel primer tuit escribía: “Hoy, 5 de septiembre [2023], hace exactamente un año que me dieron el diagnóstico de Carcinoma Epidermoide en mucosa yugal y trígono retromolar (T2N0M0). En ese entonces creía que no llegaría a navidad con cáncer, que sería un coser y cantar… ¡Qué iluso fui! Pero aquí sigo PELEANDO”.

Cuando en la primavera de 2021 recibió el premio nacional al mejor investigador joven en VIH contaba a FARO que “desde pequeño tuve claro que me quería dedicar a algo de ciencia. Siempre le pedía a mi familia por Navidad que me regalase microscopios para poder ver bichitos y las células de las plantas. Sin embargo, no fue hasta el instituto [estudió en el IES María Soliño de Cangas], con mi profesora de Biología, Carmen Díaz, que me di cuenta que quería estudiar esta rama y llegar a ser científico. Ella hizo que me enamorase de la biología con su particular forma de explicarla, dibujarla y vivirla”.

Antes estudió en el colegio Eduardo Pondal, que ayer también mostraba sus condolencias por su fallecimiento. “A Comunidade Educativa do Colexio Eduardo Pondal lamenta profundamente a perda de Guillermo. Sempre lembraremos a súa alegría, o seu compañeirismo e a súa calidade humana. Foi un exemplo de constancia, de traballo e superación que nos fai sentir orgullosos do seu paso polo colexio como alumno e como persoa”, subían a sus redes sociales.

Guillermo Pousada se licenció en Biología por la Universidade de Vigo (UVigo) en la especialidad Fundamental y Sanitaria, realizó un máster en Investigación en Metodología y Aplicaciones en Biología Molecular, otro sobre ensayos clínicos y era doctor en Genética Humana y Biología Molecular, especializado en el estudio genético y molecular de enfermedades raras.

Guillermo Pousada Fernández, en Cangas, tras ser reconocido como mejor científico joven en la investigación contra el sida.   | // G. NÚÑEZ

El científico cangués en las instalaciones del IIGS, en el Hospital Álvaro Cunqueiro, donde trabajaba. / Fdv

Cuando recibió el premio nacional trabajaba como investigador en el Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur (IIGS), un espacio de investigación multidisciplinar en biomedicina, con sede en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, y que concentra a los grupos de investigación clínicos de las áreas sanitarias del sur de Galicia y a los grupos biomédicos de la Universidad de Vigo. Guillermo Pousada era el coordinador de ensayos clínicos de enfermedades infecciosas. “Nuestro trabajo consiste en probar nuevos fármacos y reportar su eficacia, efectos adversos, seguridad… Son ensayos clínicos en fase II, III y IV y los hacemos entre el equipo médico (Antonio Ocampo y Celia Miralles), el equipo de enfermería y los demás coordinadores. Somos un grupo joven, ilusionados y que amamos nuestro trabajo. Todo lo que hacemos lo hacemos pensando en que es lo mejor para nuestros pacientes”, contaba a FARO al hilo del premio nacional recibido en 2021.

A lo largo de todo el tiempo que duró su batalla contra el cáncer de suelo de boca contó a través de las redes sociales cómo era su lucha y la de su propia familia. En uno de esos posts –una felicitación de cumpleaños a su madre el pasado mes de octubre –contaba que su hermano se enfrentó a un cáncer con 19 años, su padre a los 50 y su madre a los 55. Un testimonio vital que no siempre fue bien entendido por todo el mundo. “A la persona que me escribió que con mis tuits solo quiero dar pena y conseguir likes, le diré que para nada. Solo quiero mostrar de cara la realidad que vivimos millones de personas, sin ocultarme, sin avergonzarme y las ganas que tengo de superar todo esto ¡Gracias a todos!”, escribía en julio de 2023 en X.

Durante este mismo verano daba cuenta de los avances y efectos del segundo ciclo de quimioterapia, sin perder el humor como cuando decía que había acudido a “raparse” después de esas sesiones. “Ya perdí el pelo de la cabeza, la barba y la mitad de las pestañas. Ahora empiezo a perder las cejas y eso si que me jode… ¡Que pase rápido esta mierda!”, ponía el 30 de julio en un tuit. Y el 30 de septiembre escribía: “Hoy ha tocado segundo ciclo de inmunoterapia. Ya me está empezando a nacer el pelo de la cabeza de nuevo así que espero que pronto vuelva a tener mis cejas y mi barba ¡las añoro!”.

Uno de sus últimos mensajes data del 22 de diciembre de 2023, a las puertas de las fiestas navideñas. “Ayer tocó el sexto ciclo de Pembrolizumab. Parece mentira pero llevo ya 18 semanas con este tratamiento y ahí seguimos. Es un proceso muy largo, muy duro, agotador, pero confío en el tratamiento y en mis médicos ¡vamos a por todas!”, decía entonces Guiller.

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