Moaña desmontará su fuente cibernética tras 21 años de averías y costosos arreglos

Los moañeses se despedirán en breve de su histórica fuente cibernética. Se trata de una estructura decorativa que desde su instalación en el 2003, durante el mandato del alcalde Javier Barreiro, no paró de dar problemas a los distintos gobiernos municipales, pues sufrió numerosas averías e incluso estuvo años sin funcionar, como ocurre en estos momentos. Su mecanismo de chorros de agua y luces se demostró extremadamente delicado y sus tres huecos en el suelo pueden verse descubiertos dejando ver a los que pasean por la alameda sus tuberías, instalación eléctrica y focos, ocasionando un impacto paisajístico negativo. Esta es la principal razón que llevó al gobierno local a redactar un proyecto para retirar toda la estructura y sustituirla por nuevos elementos.

Para esta tarea el Concello logró una subvención de Turismo de Galicia, que aporta 43.559,13 euros poniendo las arcas municipales el resto del dinero hasta alcanzar los 48.399,03 que suponen el coste total de las obras.

La recuperación de ese espacio implicará, en la parte central, pavimentar el hueco con el mismo material del resto de la alameda e instalar un mirador circular de piedra con bancos a modo de “faladoiro”. Proporcionará vistas directas a la Ría de Vigo. En los dos brazos laterales que rodean a la parte central se apostará por una masa vegetal plantando especies autóctonas y propias de la vegetación del litoral de las Rías Baixas, pues así el Concello se ahorra el consumo de agua que supondría regar las plantas. En concreto se apostará por especies como la clavelina de mar (Armeria maritima) o la azucena de mar (Pancratium maritimum).

El ejecutivo local señala que, incluso con la fuente reparada y los chorros en funcionamiento, se trata de un elemento decorativo que no está armonizado con el espacio de la alameda. Además de los costes de la reparación, su funcionamiento necesita de gasto energético tanto para la iluminación como para las bombas de propulsión de agua. “Un gasto, simplemente por un fin estético, que no se justifica hoy en día ante el impacto medioambiental de la generación de energía”.

En el proyecto se alega que poner fin definitivo a la fuente reducirá el consumo de agua pues, pese a contar con un circuito de recirculación, se pierde un porcentaje de agua en su uso por la evaporación, sobre todo en verano, y cada vez que había que limpiarlo o acometer tareas de mantenimiento era necesario vaciar todo el circuito y volver a llenarlo. Se concluye que el gasto de tener en funcionamiento la fuente de chorros no se entiende “en una época en la que cada vez queda más patente la necesidad de reducir estos impactos sobre el medio ambiente”. Además, ayudará a evitar agua estancada y el riesgo de proliferación del mosquito tigre.

Continuas actuaciones

A lo largo de los últimos 21 años fueron muchos los periodos de inactividad de esta fuente y también las costosas reparaciones. En el 2017, por ejemplo, el Concello trabajó durante días para reparar el mecanismo de chorros de agua y luces y, en octubre, volvió a funcionar tras seis años estropeada. Sin embargo, no duró mucho en servicio.

En 2011 también había sido reparada a finales del verano y volvió a funcionar años después, aunque su recorrido volvió a ser corto. Entonces el Concello invirtió unos 10.000 euros en esta tarea y la obra integral que se necesitaba para reducir el riesgo de averías superaba los 40.000 euros, una cantidad que el gobierno que entonces presidía José Fervenza ya consideraba “desorbitada”.

En los últimos años el PP pidió, desde la oposición municipal, o la reparación del mecanismo o la adopción de medidas de seguridad alertando de que la maquinaria que estaba al aire libre se encontraba “oxidada”. Se llegó a reclamar la instalación de vallas de seguridad para evitar caídas.

La eliminación total de la fuente y la regeneración propuesta del área que ocupa en la actualidad implicará tres meses de obras.

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