Una mujer de 70 años, herida en el cuarto atropello del año en pasos de peatones de Moaña

Los atropellos vuelven a convertirse, un año más, en el principal problema de siniestralidad viaria que sufre Moaña. Y es que la noche del martes, a las 21.10 horas, una mujer de unos 70 años resultó herida al ser atropellada en el centro de la villa. Ocurrió en la muy transitada calle Ramón Cabanillas. Fue el cuarto atropello del año y, al igual que en los tres anteriores, ocurrió en un paso de peatones.

La septuagenaria fue trasladada al Hospital Povisa consciente y con heridas, en principio, leves. Un primer diagnóstico apuntaba la posibilidad de alguna fractura, según los equipos de emergencias. Hasta la zona se desplazaron efectivos de la Policía Local de Moaña y una ambulancia del 061.

El conductor que causó el atropello, un vecino de 86 años, indicó que había sido deslumbrado por una luz y no vio a la viandante hasta que sintió el golpe. Todo apunta a que circulaba despacio.

Los arrollamientos son, desde hace años, el gran problema de la seguridad viaria en Moaña. Aunque parecía que su incidencia había bajado en los últimos tiempos, desde que empezó 2024 ya se han registrado cuatro en pasos de peatones. Por suerte, no se registra un fallecimiento por un atropello desde marzo del 2019.

Las administraciones actuaron en las zonas de cruce en los últimos años

Este año el primero de los atropellos ocurrió el 4 de enero en la Avenida Concepción Arenal, cerca del muelle deportivo, cuando un conductor frenó tarde y arrolló a una mujer joven también en un paso de cebra.

El siguiente se registró en la céntrica Rúa As Barxas el 25 de enero, en la zona habilitada para el cruce que une la Casa do Concello con el Bar El Palito. El piloto, que circulaba a baja velocidad, chocó contra la joven, que cayó sobre un brazo y se quejaba de un fuerte dolor. También tuvo que ser trasladada en ambulancia.

El tercer siniestro ocurrió este pasado domingo 18 en el paso de peatones de la carretera general PO-551, en A Xunqueira, cerca del puente sobre la desembocadura del río de A Fraga. En él resultaron heridas dos personas. Se trata de una pareja de vecinos de avanzada edad. El sol deslumbró al conductor en esta ocasión, impidiendo que viese a los viandantes.

La alta tasa de atropellos en la villa llevó a las autoridades a acometer numerosas medidas de seguridad en los últimos años como la mejora de la iluminación en las zonas de cruce por parte del Concello o la intervención integral en los tramos de concentración de accidentes de Tirán y Domaio en la PO-551 por parte de la Xunta. Este mismo año el Concello puso en marcha un radar móvil para controlar la velocidad, sobre todo, en las zonas con más peatones.

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