El Bosque Encantado de Aldán cambia de manos

Una de las fincas más emblemáticas de Cangas y que pertenecían a los Condes de Aldán, después en manos de la promotora inmobiliaria Promalar, y que se conoce como el Bosque Encantado, fue subastada y adquirida por la inmobiliaria Aliseda a la que compraron dos particulares de la zona sur del área metropolitana de Vigo.

La operación se hizo efectiva en otoño y los nuevos propietarios han empezado a mover ficha y preguntaron en el Concello si estaba interesado en adquirir la zona baja del río. El gobierno local rechazó en principio esta posibilidad, ya que carece del dinero para quedarse con este rico patrimonio medioambiental junto al pazo de la Torre y que era zona de ocio de los antiguos condes de Canalejas.

También preguntaron en el Concello por qué en medio de la finca, ahora de su propiedad, atravesaba un vial que se construyó en su día para tener un acceso más directo al geriátrico de Aldán. Según fuentes del gobierno municipal, hay sospechas de que este vial se construyó sin el preceptivo permiso y sin ningún tipo de proyecto, pero es algo que ahora mismo está pendiente de confirmación.

En principio, la zona baja del río está calificada como rústica y no se puede construir. En octubre de 2007 fue cedido de forma provisional con el gobierno de Clara Millán al Concello de Cangas y se abrió como espacio público, en un gesto de buena voluntad del propietario de Promalar, Juan Lago, cuando se estaba negociando una salida a los terrenos de la urbanización que tenía prevista en antiguos terrenos de los condes de Aldán y que no salió adelante. Por aquella urbanización, el Concello, siendo alcalde José Enrique Sotelo, recibió 1,4 millones a través de un convenio urbanístico que ahora el consistorio ha devuelto, pendiente de desembolsar los intereses.

Bosque atlántico

En un reportaje publicado en FARO se alude a las maravillas de este bosque atlántico. El parque de O Frendoal es el hermoso paraje que se extiende tras la Casa Torre de Aldán, cuyos propietarios, los Condes de Canalejas, usaban como lugar de recreo: para paseos, jugar al croquet e incluso como coto de caza.

La construcción de la vía provincial 315, que une Cangas con Bueu, desmembró el conjunto, quedando a un lado de la carretera la vivienda y al otro el "bosque encantado". En la Torre de Aldán, de propiedad privada, residió hasta su muerte Fuencisla Roca de Togores, viuda del Conde de Canalejas, fallecido en 1989.

La finca de O Frendoal se camufla, al otro lado del asfalto, en una desordenada masa vegetal. Un pequeño puente de piedra y un lavadero al borde de la carretera hacen intuir al visitante que algo se oculta tras ellos: un fantástico bosque atlántico en el que castaños, robles y abedules –algunos centenarios- no siguen más ley que la natural. Sus ramas tejen una armoniosa bóveda arbórea sobre los caminos que atraviesan el parque.

Un castillo custodia el entorno, visitable desde que las 6,5 hectáreas de la finca pasaron a disposición del Concello de Cangas. Es una pequeña edificación, construida en los años 60, con dos torres almenadas y un puente levadizo sobre elregato Orxas, que serpentea el terreno. Frente a él se hallan un campo de croquet y unos bancos para el descanso de los caminantes.

A pocos metros se eleva sobre el terreno un acueducto, también llamado "O Arco de Condesa", que se usaba para conducir el agua desde una mina hasta el pazo y regar los cultivos de la finca. En la actualidad tan solo se conserva uno de sus arcos, bajo el que discurre un sendero.

Estos elementos crean una atmósfera mágica reinan la calma y la contemplación de la naturaleza. Un paseo por él hechiza al visitante. Por ello, los vecinos lo han bautizado como "el bosque encantado".