La Consellería de Infraestruturas aceleró ayer por la tarde los trabajos en el talud de Domaio cuyos desprendimientos de tierra y piedras obligaron a cortar tres kilómetros de la Autovía do Morrazo (AG-46) la madrugada del sábado. La llegada de la pala con un brazo de 23 metros permitió a los operarios iniciar la retirada de todo el material que amenaza con nuevos desplomes en el caso de que se repitan las lluvias torrenciales. La intención es recuperar la circulación con normalidad esta misma tarde si se cumplen las previsiones. Esto pondrá fin a los problemas de tráfico que se generan en Domaio y que ayer se agravaron al ser la primera jornada laboral desde el corte. Entre las 14.00 y las 16.30 horas se registraron importantes retenciones y retrasos de hasta una hora en el regreso a O Morrazo de trabajadores y estudiantes que procedían de Vigo.
El río da Fraga se desborda y un desprendimiento corta la Autovía en Domaio
Los tres kilómetros de autovía cortados en sentido Cangas –entre el acceso y la salida de San Lourenzo– se sumaron a las obras en la propia carretera general PO-551 que desde hace semanas mantienen un tráfico alterno por un solo carril en distintos tramos. Se debe a la construcción de la senda peatonal y a la ampliación del aparcamiento disuasorio. A mayores, se registró un pequeño accidente en Rande que contribuyó a ralentizar el tráfico, así como los trabajos de poda y retirada de árboles en el talud en el carril que enlaza directamente la AP-9 con la Autovía do Morrazo.
El corte en la carretera, las obras en la general y un accidente colapsaron el puente
Desde la Consellería de Infraestruturas explicaron ayer que la grúa llegó en transporte especial, lo que retrasó el operativo. La necesidad de espacio para su maniobra impidió la apertura al menos de un carril en el sentido cortado de la autovía, como se propuso desde el Concello. Los atascos regresaron a Domaio pasadas las 19.00 horas, con el segundo horario de regreso de los centros de trabajo.
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La Policía Local, para intentar minimizar las retenciones, trasladó instrucciones a la empresa que construye la senda peatonal. Los semáforos de obra abren ahora el doble de tiempo en sentido al centro de Moaña y a Cangas, para tratar de canalizar de la mejor forma posible todo el tráfico que llega a O Morrazo en las horas punta. La alcaldesa, Leticia Santos, apeló a la “paciencia” de los conductores ante estos problemas y pidió que, en la medida de lo posible, se tome la autovía desde el acceso de A Cerradiña, contribuyendo así a mitigar la presión circulatoria sobre las carreteras interiores. Esta subida a la vía de alta capacidad no está señalizada y parte del parque y zona de esparcimiento pegado a la carretera general.
Los desprendimientos de piedras desde los altos taludes que se abrieron para la Autovía do Morrazo son el principal problema que afrontó esta carretera en los últimos años y casi siempre durante los temporales de lluvia del otoño y el invierno. El año pasado esta época de lluvias habían obligado a cerrar el acceso a la autovía desde San Lourenzo, por un hundimiento del asfalto debido a un problema en la canalización de las aguas pluviales por debajo de los cuatro carriles de la calzada. Todo apunta a que el arreglo del corte del fin de semana será mucho más rápido y hoy tendría que quedar resuelto.