La centolla regresa a O Morrazo con buenos precios a la espera de la "pata negra"

La apertura de la campaña del rey de los mariscos se saldó con un precio máximo de 22,27 euros en la subasta de Cangas y de 21 en la de Bueu

Los compradores insisten en que hay que retrasarla

Aarón Novas,  tripulante del "San Martiño" de Bueu con una centolla en la manos.

Aarón Novas, tripulante del "San Martiño" de Bueu con una centolla en la manos. / Julio Santos Álvarez

El arranque de la campaña de la centolla, en veda desde el 24 de junio, dejó buenos precios en O Morrazo, con subastas en las lonjas de Cangas y de Bueu, en donde las primeras paradas de los compradores fueron a 22,27 y a 21 euros, respectivamente, con una subida de entre 5 y 6 euros con respecto a las del año pasado. Por eso que hubo satisfacción en el sector que a la hora de hacer una valoración de la jornada antes de las subastas miraban al marcador en las lonjas porque eso era lo que iba a decidir un buen o mal comienzo. Con la primera parada en Cangas en 22,27 euros, uno de los centoleiros exclamaba: “Ojalá fuera así todo el año”.

El patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas (primero dcha.), en la subasta de ayer en la lonja.

El patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas (primero dcha.), en la subasta de ayer en la lonja. / Julio Santos Álvarez

Los precios fueron buenos y la calidad también, aunque es cierto que reconocen que no es la mejor época y que está por llegar el centollo “pata negra”, que empieza a asomar más cerca del mes de diciembre.

En Cangas se capturaron ayer 528 kilos de centolla por los que se recaudaron 6.671 euros. El precio medio llegó a las 12, 63 euros con sucesivas paradas en 17, 5, 15...hasta el mínimo de 5 euros el kilo. En Bueu, tal y como señala el patrón mayor y presidente provincial de las cofradías de Pontevedra, José Manuel Rosas, fueron 575 kilos de centolla y se llegó a un precio medio de 11,55 y un mínimo de 6 euros. En O Grove, que es un puerto de referencia en Galicia para la centolla, se comercializaron 3.800 kilos del rey del marisco de las rías gallegas, por unos 50.000 euros. Fue un volumen altamente positivo para el sector, aunque inferior al registro histórico del año pasado. El mejor centollo se cotizó a 25,65 euros, un euro más que el año pasado, y la cetárea de Burela, asidua del puerto meco, se llevó una tonelada.

Rubén ventosinos

Rubén Ventosinos / Julio Santos Álvarez

"Había mucho mar para trabajar por fuera y nos quedamos por la zona de A Borneira"

Rubén Ventosinos

— Marinero del "Ventosinos"

Uno de los marineros más jóvenes que se dedican a la centolla en cangas y que ayer estaba en la subasta es Rubén Ventosinos, tripulante con su padre y con otro marinero a bordo del “Ventosinos Alonso”. Pese a sus 21 años, asegura que ya lleva tres trabajando en el mar, tras sacar sus títulos de formación básica, marinero pescador y radio, pendiente de obtener el de patrón para el cual se preparará. Salió al mar muy temprano, de madrugada, para recoger los 130 aparejos, que en estas artes se llaman “miños”, que habían largado el día anterior, en las zonas más abrigadas de A Borneira: “Había mucho mar fuera como para ir a trabajar allí”, asegura este joven marinero que reconoce que en el sector también trabaja un familiar suyo con 18 años y que son la excepción que confirma la regla de la falta de generaciones en el mar.

El comprador José Luis Fontán (dcha.), en la subasta en Cangas.

El comprador José Luis Fontán (dcha.), en la subasta en Cangas. / Julio Santos Álvarez

Junto a las mesas en donde estaban los más de cincuenta capachos descargados con las centollas de los barcos -en esta cofradía salieron a faenar 9 de una quincena- se encontraba Francisco Fernández, para el que fue su primera jornada a la centolla, tras 25 años como vigilante de seguridad. Asegura que dejó este oficio en tierra porque no le compensaba tantos recortes económicos y optó por probar en el mar. Ayer lo hizo con satisfacción. Manuel Otero, hijo del patrón “La Chefa II” ayudaba en la lonja con las labores. Mostraba dos grandes ejemplares de machos y dirigía su mirada al marcado de la subasta: “El centollo viene con el premio ahora.

Aarón Novas

Aarón Novas / Julio Santos Álvarez

"Fue bastante bien, con los capachos llenos, aunque mucha alga en las redes"

Aarón Novas

— Marinero del "San Martiño"

José Luis Fontán, habitual comprador en la lonja de Cangas, fue quien realizó la primera parada en 22,27. Seleccionó una a una las centollas. Y por ser el primero, ojeó las que para él eran las mejores, las hembras y de mediano tamaño, entre los 800 gramos el kilo de peso. reconoce que que habría que esperar, por lo menos, tres semanas, para abrir esta campaña, cuando consideran que los ejemplares son mejores. Pero el sector, y sobre todo los vendedores de puestos y hostelería, esperan como agua de mayo, a la llegada del marisco rey de las rías, para que los clientes, pese a la crisis, puedan crecer y acercarse a las pescaderías o a los restaurantes.

Jaime Otero, de Bueu, de madrugada recogiendo centolla en el "Nuevo Veracruz"

Jaime Otero, de Bueu, de madrugada recogiendo centolla en el "Nuevo Veracruz" / Fdv

El patrón mayor de Bueu y presidente provincial, José Manuel Rosas, asegura que después de las inclemencias del tiempo, el balance de la jornada es bastante positivo, aunque hay que esperar a que el tiempo se estabilice y el mar esté en condiciones.. En Bueu despacharon más de una veintena de barcos, aunque muchos no salieron y otros eligieron otros puntos de venta.

Pepe Díos, marino del "Ben feito" de Bueu.

Pepe Díos, marinero del "Ben feito" de Bueu. / Julio Santos Álvarez

"Pese a las pocas redes por el mal tiempo en el mar, se pescó bien y logramos el cupo"

Pepe Dios

— Marinero del "Ben feiro", de Bueu

De lo que sí se quejan los marineros es de la gran cantidad de algas que arrastraron los aparejos, lo que ellos llaman “basura”, debido al fuerte mar por la sucesión de borrascas. Así aseguraba Pepe Dios, del “Ben feito” de regreso al muelle de Bueu, aunque con satisfacción porque pese a echar menos redes, se pescó bien. En su caso llegaron al cupo permitido, de 35 kilos por barco y 35 por tripulante a bordo. Largaron 30 “miños” por la zona más abrigada de la ría de Pontevedra. Jaime Otero, del “Nuevo Veracruz”, también se quejaba de la “mucha basura”. En su caso no llegó al cupo y esperaba llegar a buenos precios. Lo consiguó. Parte de su centolla se vendió al precio máximo de 21 euros el kilo y el resto entre 17 y 15 euros el kilo.

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