Domingos pone a O Morrazo contra las cuerdas: sin autovía en Cangas y Os Ladróns desbordado

No hay frase más repetida desde que empezaron las intensas lluvias el 13 de octubre, que “la luna de octubre siete meses cubre”. Aún hay esperanzas de que el refranero popular se equivoque y otorgue una tregua en este tren de borrascas, que ayer sumó la cuarta de gran impacto, Domingos , que dejó importantes daños en la comarca, sobre todo en Moaña y en la zona de Domaio. Las intensas lluvias provocaron, de madrugada, el desprendimiento de parte de un talud, con tierra, piedras y árboles sobre la calzada de la Autovía do Morrazo en Domaio, a 1,2 kilómetros desde su inicio, poco después de salir del túnel de Montealagre, que obligó a cortar la circulación en sentido a Cangas hasta el kilómetro tres y desviar el tráfico por la carretera general por la costa, PO-551.

La Consellería de Infraestruturas comenzó de inmediato la reparación del talud, aunque ayer confirmaba que hasta el lunes no se podría reabrir la circulación y el tráfico seguiría desviado por la PO-551.

Numerosos conductores ya se vieron atrapados ayer en un atasco en esta carretera, con colas de vehículos a su paso por el centro urbano de Domaio, ya que la vía está en obras por la construcción de una senda peatonal que obliga a circular en algunos tramos por un solo carril, regulados con semáforos. Por eso que las retenciones ayer ya fueron importantes y se tardó unos 20 minutos en atravesar Domaio.

Por la tarde, en Cangas, en el tramo de carretera que sigue como corredor, entre A Portela y el túnel de Coiro, cayeron acacias a ambos márgenes que obligaron a cortarlo durante el tiempo que el grupo de Emergencias de Protección Civil del Concello de Cangas, con apoyo de Guardia Civil, tardó en retirarlas. Según Protección Civil los árboles cayeron en distintos puntos de la vía. Es la misma zona en donde todos los años acude en varias ocasiones este grupo de emergencias a retirar algún que otro árbol.

También en el corredor, cerca de las 03:00 de la madrugada, el 112 había dado aviso a este grupo de un desprendimiento de tierra y piedras cerca de la rotonda de Aldán, del que se hizo cargo el personal de conservación de Carreteras. También de madrugada, pasadas las 06:20 horas, la Policía Local recibió aviso de que un árbol cayó encima de un coche que circulaba por la PO-551, en el punto kilométrico 15, a la altura de talleres Barca, en dirección a Cangas.

También los efectivos de emergencia municipal tuvieron que atender por la tarde el aviso de un particular de un árbol caído en la carretera de San Cosme a Augalevada. Hubo que retirar dos árboles que invadían la carretera. Tambien se produjo a primera hora de la tarde un atropello en la avenida de Bueu, en el paso de peatones de A Golosa. La herida fue trasladada al Centro de Salud. A esto hay que añadir hubo cortes de luz en Aldán de madrugada y por la tarde se repitieron con frecuencia, sin que fueran de larga duración.

En Moaña, una piedra de varias toneladas se desprendió de un talud en la PO-313, a donde también acudió personal de conservación de Carreteras, sin que se registraran daños, tal y como señala la alcaldesa accidental de Moaña, María Ortega, que desde las 06:00 horas estuvo recorriendo los lugares afectados por las inundaciones y colaborando con Policía Local y Protección Civil.

En Moaña, las fuertes lluvias provocaron el desbordamiento del río da Fraga o dos Ladróns, en el barrio y rúa de As Raíñas, que afectó al menos a dos viviendas, en donde el agua entró en la finca y en el garaje de una de ellas, con el coche dentro, pero sin causarle daños en su interior; y en otra al lado, que anegó el sótano y el matrimonio de edad muy avanzada se quedó sin luz.

El río da Fraga se desborda y un desprendimiento corta la Autovía en Domaio

El centro Integrado de Atención a las Emergencias del 112 informaba de que una mujer que se había internado con su vehículo en esta misma calle de As Raíñas no conseguía abrir las puertas. En el momento del aviso, el agua le llegaba ya a las rodillas, pero finalmente fue asistida por la Policía Local.

La alcaldesa accidental asegura que el desbordamiento del río se produjo al coincidir la marea tan alta en el mar con la tromba de agua, aunque vecinos de las viviendas afectadas se quejan de que el río no se limpia y que un hormigonado que se hizo hace años está causando un tapón.

El agua inundó el patio de las viviendas de profesores de Reibón, de los colegios y la propia PO-551 en A Xunqueira, cuyo tráfico estuvo regulado por la Policía Local con tránsito intermitente por un carril en el centro. La rúa As Raíñas estuvo cerrada al tráfico y durante la mañana la brigada de Obras, que atendió también la retirada de múltiples ramas en caminos, estuvo limpiando el barro arrastrado.

La Policía Local no dio abasto para atender la cantidad de incidencias que se prolongaron también por la tarde. El servicio no estaba reforzado, funcionó con una patrulla con dos agentes y otro en base.

Había múltiples llamadas por cables rotos, árboles caídos o semáforos. Acudieron a Domaio porque los cables de alta tensión se tocaban y provocaban chispas y a Ramón Cabanillas con los bomberos al volar nuevamente planchas de un edificio en el número 135, que ya tuvo problemas el viernes.

Beluso y Cela se quedan sin luz durante horas y el río inunda la zona de Agrelo

El impacto de la borrasca Domingos volvió a dejar cortes de luz en diversos puntos de Bueu, que se extendieron durante varias horas, además del anegamiento de la zona de Agrelo a causa de la crecida del río que pasa por allí. El primero de los cortes afectó a unos 1.900 clientes –entre ellos alguno de Marín– y se centró principalmente en la parroquia de Beluso, que se vio sin suministro eléctrico desde las seis de la mañana hasta prácticamente las 12. La causa fue la caída de árboles sobre el tendido eléctrico. Ya por la tarde los cortes se repitieron, aunque en esta ocasión focalizados en Cela, donde faltó la luz desde aproximadamente las cinco hasta las 19.45 horas.

En Agrelo, las primeras horas de la mañana estuvieron marcadas por el anegamiento de las fincas próximas a la playa, incluyendo aquellas con viviendas, así como del entorno., cuyos terrenos se vieron incapaces de filtrar y desalojar toda el agua acumulada. Donde no hubo que lamentar incidencias fue en el Río Bispo, que incrementó de forma importante su caudal, pero sin llegar a desbordar en ningún momento.

De hecho, el alcalde buenense, Félix Juncal, inspeccionaba la zona a las 2 de la madrugada para comprobar su estado. El viento, en cambio, sí dejó algunas incidencias, centradas la mayoría de ellas durante la mañana.

Así, se registró la caída de algunos cascotes procedentes de edificios en las calles Pazos Fontenla y Canibelos y también hubo que proceder a la retirada de árboles caídos en varios viales del municipio. Uno de ellos fue retirado en la carretera provincial que conecta la iglesia y el cementerio de Bueu y otros dos en el lugar de Xexide y en el vial de acceso a la playa de Area de Bon.

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