El parque de bomberos de O Morrazo, cerrado 68 días

Los profesionales aseguran que las bajas son fruto de la “desesperación de que no nos hacen caso”

Uno de los bomberos ue participó en la extinción del fuego en el puerto deportivo de Moaña.

Uno de los bomberos ue participó en la extinción del fuego en el puerto deportivo de Moaña. / Gonzalo Núñez

El incendio que arrasó en la madrugada del viernes las instalaciones en tierra -restaurante y oficinas- del puerto deportivo de Moaña ha sacado de nuevo los colores al Consorcio Provincial de Bomberos de Pontevedra por la situación en la que están sus cuatro parques de O Morrazo, Ribadumia, Vilagarcía y Porriño, cerrados durante varios días a lo largo del año por un problema de falta de personal agravado por la huelga que, desde marzo, secundan los profesionales sin realizar más horas extras y un incremento de las bajas. Es lo que ocurrió la pasada madrugada en el parque de O Morrazo, cerrado desde las 9 de la mañana del jueves hasta las 9 de la mañana de ayer viernes al no reunir los tres efectivos mínimos que exigen las guardias ya que uno de ellos permanece de baja de larga duración.

¿Por qué tantas bajas? De los 17 bomberos de la plantilla de O Morrazo, 8 están de baja; de los 17 de Vilagarcía, hay 10 en su casa; de los 19 de Porriño, 5 también lo están y uno realizando otras funciones y de los 17 de Ribadumia, 5 están de baja. “Es la desesperación de que no nos hagan caso”, aseguran algunos bomberos que esperan que la Diputación y Xunta reaccionen y se ponga fin a una situación que les mantiene “quemados psicológicamente” y con tensiones en todos los frentes, incluso entre ellos.

Desde enero y debido al conflicto de personal, el parque de O Morrazo ha estado cerrado 68 días; el de Vilagarcía, 96; el de Porriño, 17 y el de Ribadumia, 13. Estos dos últimos son los parques que tienen más peso por su entorno con polígonos industriales. Por ello que cuando la gerencia debió de tomar el miércoles una decisión, con dos efectivos en O Morrazo y otros dos en Porriño, sobre cuál de los dos parques cerraba, optó por poner el candado nuevamente al de O Morrazo y mover a su personal al del Baixo Miño. Ocurrió la fatídica coincidencia del incendio del puerto deportivo de Moaña. No pueden decir que estando abierto el parque de O Morrazo hubieran salvado el local, pero sí que no hubiera ardido totalmente. Las gerencias hacen números, más en verano cuando a las bajas se añadieron las vacaciones, por lo que de 73 bomberos de plantilla, se quedaron 23 para todos los turnos de 12 efectivos cada día. “Imposible”, señalan.

Desde que se crearon los parques comarcales en 2016, las plantillas de bomberos no han crecido y han envejecido, los efectivos se han excedido en suplir la falta de personal con horas extras y en marzo dijeron basta porque la solución ya no está en sus manos, sino en las de la administración.

"Cada día que vamos a trabajar es una pesadilla"

Las mismas fuentes aseguran que como bomberos tienen un sueldo de 1.300 euros al mes, pero los integrantes de los GES, que existen en Val Miñor, A Guarda, Mos y A Cañiza –creados por la Xunta con subvención de Medio Rural– tienen nóminas de 1.800. Sin embargo, en una emergencia estos grupos se tienen que poner al mando de los bomberos. Por eso que aseguran que sus reivindicaciones son legítimas y critican la bolsa laboral que creó la Xunta y que no ha dado resultado con personas que no reúnen las condiciones.

El lunes 9 habrá una nueva reunión de los sindicatos con Diputación y Xunta, dentro de un calendario para desbloquear esta situación y acabar con los movimientos de parques: “Cada día que vamos a trabajar es una pesadilla, no sabes qué sucederá”, dice un bombero que también reprocha el mínimo de 3 por guardia, que ya es un peligro cuando el estándar de guardia debe de ser de 6 (1 bombero conductor, 1 cabo y 4 bomberos).

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