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Una finca completamente anegada durante los problemas del 7 y 8 de enero en Portomaior, en Bueu. | // SANTOS ÁLVAREZ

Bueu expedienta a Aqualia por una infracción “grave” y se enfrenta a una multa de hasta 4.800 euros

El Concello le atribuye un “incorrecto mantenimiento” del bombeo de Portomaior, que derivó en la inundación del vial y fincas

El Concello de Bueu anunció en el mes de enero su intención de incoar expediente a la concesionaria municipal Aqualia, una amenaza que acaba de materializar. El gobierno local ha incoado oficialmente un expediente sancionador a la empresa por los problemas registrados en la estación de bombeo de Portomaior el fin de semana del 7 y 8 de enero. Los servicios técnicos municipales tipifican los hechos como una infracción “grave” y proponen una sanción económica que oscila entre los 986 y los 4.883 euros.

La apertura del expediente está relacionada con el fallo en la estación de bombeo de Portomaior durante ese fin de semana de enero, que provocó el anegamiento del vial y de varias propiedades particulares. Ante esa acumulación de agua fue necesario cerrar al tráfico la carretera por motivos de seguridad. El escrito de incoación atribuye a la concesionaria un “incorrecto mantenimiento” y “falta de comprobación” del correcto funcionamiento de la estación de bombeo. “En concreto de la falta de funcionamiento durante un día completo de las bombas y el correlativo atasco de las arquetas [...], provocando el anegamiento de la vía de circulación de la playa de Portomaior, por un vertido de aguas residuales y de lluvia”, añade el escrito.

Los Bombeiros do Morrazo acceden a una propiedad de Portomaior que sufrió las inundaciones en el fin de semana del 7 y 8 de enero.

El fallo en el funcionamiento del sistema de bombeo pudo deberse a un corte eléctrico, pero tanto el alcalde y concejal de Servizos, Félix Juncal, como el vicealcalde y encargado de control sobre las concesionarias, Julio Villanueva, reprochan a la empresa falta de diligencia para atender el problema. “Se les dio aviso varias veces en la jornada del sábado y no se actuó como se debería haber actuado, ni en ese momento ni en las 24 horas siguientes”, aseguran Juncal y Villanueva. Fue después de la presencia del regidor en el lugar, en la mañana del domingo 8 de enero, para “pedir información y explicaciones” cuando acudió de nuevo personal de Aqualia en la zona y comprobó que el bombeo no funcionaba debido a un corte de luz.

La incoación del expediente incorpora un relato de los hechos, en el que se especifica que uno de los operarios reconoció que en la jornada del sábado recibió una llamada por parte de la Policía Local alertando de la situación, pero que “no se imaginó que las bombas estuviesen paradas puesto que en la ronda que hizo a primera hora, estas estaban funcionando y creía que la situación era provocada por las fuertes lluvias y no eran capaces de bombear tanta agua”.

La concesionaria municipal dispone de un plazo de diez días, a contar desde la notificación, para presentar sus alegaciones. De hecho, en cuanto Aqualia tuvo conocimiento de la intención del Concello de incoar el expediente ya hizo llegar un escrito en el que atribuye lo sucedido a la ausencia de una red separativa de aguas pluviales y residuales, así como que los sumideros estaban atorados por la arena de la playa. También argumentaba que el problema en el bombeo se debía “saltaron los térmicos, probablemente durante la noche por causa de los cortes de corriente experimentados”.

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