El paro se desboca con la destrucción de 94 puestos de trabajo en dos meses

La industria y los servicios asumen la totalidad de los contratos que se rompieron en el primer mes del año | Bueu escapa de la mala tendencia y crea 13 trabajos más

Alumnas del primer Obradoiro de Emprego de Moaña de cocina y servicios de restaurante.

Alumnas del primer Obradoiro de Emprego de Moaña de cocina y servicios de restaurante. / GONZALO NUÑEZ

La economía de O Morrazo se encuentra en un momento muy delicado. El mercado laboral perdió, en los dos últimos meses, la friolera de 94 puestos de trabajo, acabando con gran parte de la buena marcha registrada a lo largo de 2022. El mes de enero acabó con 48 parados más y un total de 4.878 personas anotadas en la Oficina de Emprego. Eso sí, todavía son 384 parados menos que hace un año.

Por ayuntamientos, el grueso de la destrucción de empleo se registró en Marín, en donde se destruyeron 52 contratos en los primeros 31 días del 2023. Son 1.327 los vecinos de Marín que buscan un empleo. Los números también son negativos en Moaña, con 13 parados más que hace un mes y un total de 1.253. En Cangas, sin embargo, mejoraron las cifras con cuatro parados menos y 1.675 cangueses en la cola del paro. Bueu es el municipio con mejor comportamiento económico, pues en enero se crearon 13 nuevos puestos de trabajo y la cola del paro se redujo hasta los 623 trabajadores.

Son 4.878 los vecinos que están anotados en la Oficina de Emprego

Por sectores, llama la atención que toda la destrucción de empleo se debe a la industria y a los servicios. En el segundo caso la razón es el final del periodo navideño. Y es que desde que la iluminación navideña de Vigo se hizo popular en toda España, los fines de semana de diciembre y las fechas navideñas se han convertido en temporada alta para el turismo de O Morrazo, como se aprecia en la alta ocupación hotelera y el refuerzo de las rutas del transporte de ría.

El fin de esta campaña, como es lógico, dispara el paro en el sector servicios. El daño, en enero, se contabiliza en 21 desempleados más en el ramo, con un total de 3.447 morracenses buscando un trabajo en el sector terciario.

La iluminación navideña de Vigo llenó los hoteles de la comarca

Mucho más alarmante es lo que ocurrió con la industria, en donde se perdieron 41 empleos en el primer mes del año, alcanzando ya la cifra de los 540 parados solo en la comarca.

Por contra, y aunque tímidamente, la pesca y la agricultura mejoraron sus cifras en enero al dar empleo a cinco personas más. Son en estos momentos 231 los que buscan un puesto en este área. Hay que recordar que la pesca y el marisqueo de bajura es un trabajo que alcanza sus cuotas más altas de actividad antes de las navidades.

En la construcción, y pese a las fuertes lluvias con las que arrancó el mes de enero, también se registraron números verdes, con un total de cuatro contratos más y 311 trabajadores anotados en la Oficina de Emprego.

Solo mujeres

Por sexos, el paro de enero creció solo entre las mujeres que, con 52 desempleadas más, suma justo 3.000 vecinas buscando un salario. Los varones en la misma situación son 1.878. Además, todas las nuevas afectadas por esta lacra tienen más de 25 años, pues el paro juvenil se mantiene estable.

“Hay muchas ofertas en hostelería porque falta gente formada”

20 alumnos del Patronato participan en el primer taller del sector

En una coyuntura complicada para encontrar un puesto de trabajo, los 20 alumnos del Obradoiro de Emprego de Moaña centrado en especialidades de hostelería aceleran su proceso de formación. A través del Patronato Beiramar, reciben sus clases prácticas en el bajo de un antiguo restaurante en O Con y tienen hasta septiembre para completar una formación con salario y cerrar un contrato. 

“Llegan bastantes ofertas al Patronato porque los empresarios de hostelería tienen problemas sobre todo para encontrar a gente formada. De hecho, este obradoiro se solicitó por una petición que la Asociación de Hosteleiros hizo al propio Concello”, explica Bea Dasilva, que se forma en la especialidad de servicios de restaurante y bar.

Esta alumna del taller de empleo entiende que los problemas de personal en la hostelería “se deben a que en la pandemia fue el sector más afectado y mucha gente se recicló”. Valora la formación recibida en este curso “porque tiene parte teórica e incluso aprendemos a llevar un negocio propio”.

Formándose en la especialidad de cocina está Raquel Fernández, que ya cuenta “con experiencia como ayudante en un restaurante de Cangas”. Espera encontrar un puesto de trabajo al finalizar la formación y explica que la cocina “es sacrificada, pero tiene otras salidas además de restaurantes, como en los comedores escolares”.

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