“Han tenido una actitud tremenda. Organizaron un monumental follón el día de Pascua de Resurrección en la puerta de la iglesia. Han sido días bastante dolorosos y entonces yo entiendo que no están en situación de organizar una misa funeral”. Son palabras del cura párroco de Cangas, Severo Lobato, referidas a la hermandad del Cristo Resucitado, que confirman –como ya adelantó este periódico– que no está incluida en las tradicionales misas de Difuntos que se celebran el 2 de noviembre. Sus palabras ponen aún más leña al fuego de la polémica surgida en Semana Santa en torno a la celebración de las procesiones en la calle.
“Tienen que reconocer esto para que nos podamos entender: mintieron, organizaron un follón... y asumir responsabilidades”, recalca Severo Lobato en declaraciones a la TVG que han creado malestar entre los aludidos, aunque prefieren valorarlo en asamblea antes de responder al cura publicamente: “La hermandad del Cristo Resucitado de Cangas do Morrazo no entra a valorar esas palabras del señor Lobato en los medios de comunicación [...] por respeto. Estamos esperando una reunión para después hablar”, señala la directiva, que tenía previsto analizarlo durante el fin de semana.
Se abre, así, un capítulo más en la polémica surgida en la pasada Semana Santa en Cangas entre el párroco y algunas de las cofradías religiosas que salieron en procesión en contra de su criterio, después de dos años sin hacerlo por la pandemia del COVID. La organización de las misas para el Día de Difuntos, el próximo 2 de noviembre, ha vuelto a destapar la tensión de las relaciones del párroco con aquellas que no siguieron sus directrices, como es el caso del Cristo Resucitado. Hace una semana, miembros de esta hermandad acudieron a la iglesia a preguntar si estaba incluida en las misas de Difuntos, y les dijeron que no, como ya manifestaron entonces. El párroco oficia la misa solemne de Difuntos el día 2, a las diez y cuarto de la mañana, y es habitual que al día siguiente oficie otra por la cofradía de la Misericordia y el primer sábado de noviembre, por la hermandad del Cristo Resucitado.
Con ocho años de antigüedad esta es la benjamina de las cinco existentes en Cangas. En el colectivo atribuyen la situación al enfrentamiento del cura con quienes no aceptaron renunciar a las procesiones de Semana Santa, una tradición popular que se quiere seguir manteniendo viva y cuenta con respaldo social y político.
