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La ola de incendios llega a la comarca con un fuego a cien metros de la casas en Beluso

Ardieron unos 2.000 metros cuadrados de monte y acudieron efectivos desde Cangas y Condado-Paradanta ELos bomberos de O Morrazo tuvieron que desplazarse desde Ponte Caldelas, en donde trabajaban en otra extinción

La Policía de Bueu fue la primera en llegar a la zona del incendio forestal que se declaró en la parte trasera del pabellón de Beluso. | // FDV

Los graves incendios forestales que se están produciendo en las comarcas de Arousa, Barbanza y Pontevedra, entre otras partes de Galicia, mantenía desde hace días a los vecinos de O Morrazo en una calma tensa por el miedo a que el fuego llegara a la comarca. Y lo hizo en la madrugada de ayer en la zona de Beluso, en Bueu, por detrás del pabellón de la parroquia y a solo cien metros del núcleo de viviendas, en la rúa Nova de Arriba. El fuego, que arrasó unos 2.000 metros cuadrados de zona de árboles, se declaró pasadas las tres de la madrugada y movilizó a la Policía Local de Bueu, que fue la primera en llegar alertada por el 112; Guardia Civil, Protección Civil y Grupo de Emerxencias de Cangas, Bomberos do Morrazo, una cuadrilla de extinción de la zona de Condado-Paradanta y la motobomba de Mondariz. Hasta el lugar también se desplazó el alcalde de Bueu, Félix Juncal, preocupado por las dimensiones que pudiera coger el incendio si no se atajaba a tiempo y algunos de los concejales del gobierno, para colaborar en las tareas de extinción. Pero la rápida actuación y la fuerte movilización de efectivos, evitó que las llamas se propagaran monte arriba que era el temor que había y que ocasionaría que el incendio se descontrolara.

La estampa que se encontró el responsable del Grupo de Emerxencias de Cangas, Cesáreo Coya, fue la de los vecinos de las casas próximas, presos del miedo, debido a lo que está pasando en otros lugares de Galicia, con desalojos por las llamas. “No hubo peligro para las casas, pero sí había miedo porque la gente está viendo casas que arden en otros incendios”.

El incendio quedó controlado sobre las cinco de la madrugada. La brigada forestal de la Xunta lo estuvo controlando una vez terminaron los bomberos de extinguirlo, señalan en la Policía Local de Bueu, aunque a media tarde de ayer se reavivó, si bien sin graves consecuencias. El alcalde asegura que el fuego se declaró en una zona de monte limitado por un lado por unas escaleras y un camino público hormigonado y por la PO-315 que sube de Bueu a Beluso, aunque, afortunadamente, el incendio “que tenía mala pinta”, no llegó a alcanzar la carretera. La falta de viento ayudó a que no se propagara rápido. Añade que los bomberos llegaron en 40 minutos, procedentes de Ponte Caldelas, y también estuvo Protección Civil de Cangas, que siempre que puede acuden a la llamada y a la que Juncal agradece el apoyo. Ambas agrupaciones fueron las primeras en actuar y posteriormente lo hizo la brigada forestal que completó la extinción, asegura el regidor.

El fuego se reavivó ayer por la tarde. Fdv

En este primer incendio del verano en la comarca sí se apreció cierta descoordinación en la movilización de los efectivos, tal y como señalan fuentes consultadas, en el sentido de que cuando se movilizó a Protección Civil de Cangas, la agrupación recomendó desplazar antes a los bomberos del parque de O Morrazo, que estaban más cerca, sin saber que estos profesionales tuvieron que desplazarse desde Ponte Caldelas, en donde estaban colaborando en la extinción de un gran incendio. De haberlo comunicado, los efectivos de Cangas se hubieran desplazado de inmediato y no se hubieran demorado en llegar, tardando 15 minutos más.

En el control del fuego también ayudó a que la parte de la zona había sido desbrozada por el Concello.

Temor de los vecinos en Domaio por la nube de humo

A última hora de la tarde del viernes, los vecinos de la parroquia de Domaio, en Moaña, también miraban al cielo por la gran nube de humo que empezó a cubrir la zona procedente de los incendios de Ponte Caldelas y de la parroquia de Canicouva, en Pontevedra. Carmen, una vecina de la parroquia, asegura que la casa se le llenó de ceniza y que una sobrina la llamaba por el móvil, preocupada para que fuera a ver la suya, por el miedo a que llegara el incendio. “Es que no sabíamos de donde venía semejante humo por detrás de la montaña. Aquello era impresionante y con tanta sequía tampoco hay mucha agua para baldear”. Habia miedo a que las “buizas” de estos fuegos –restos quemados– volaran con el viento y plantaran fuego, en un momento dado.

La nube de humo que cubrió Domaio a última hora del viernes. Fdv

De hecho, la patrulla de la Policía Local de Moaña estuvo vigilante desde el viernes por la noche por si saltaba algún fuego en el municipio de las cenizas que podían plantar en el monte, dada la sequedad tan grande que hay por la ola de calor. Esta misma semana, la alcaldesa, Leticia Santos, se reunía con los presidentes de las tres Comunidades de Montes (Moaña, Meira y Domaio), Policía Local y Protección Civil para intensificar la presencia en los montes con el fin de prevenir los incendios ante los problemas que se estaban dando en lugares próximos. Las comunidades de montes están sin medios para afrontar la extinción de incendios, salvo algunos precarios como alguna motobomba. El plan de prevención ya no se funciona como antes cuando se contaba con su colaboración, sino que ahora todo lo coordina la Xunta. Los comuneros de Moaña, por ejemplo, solo disponen de un tractor con cisterna con capacidad para 4.000 litros de agua y con eso atienden 300 hectáreas de superficie forestal. Los de Domaio tienen una tanqueta de una tonelada para subir a un pickup con una bomba, pero solo para mini intervenciones.

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