Las antenas de Monte Faro ya están sin contrato y los comuneros exigen un canon o su retirada

El centro emisor de telecomunicaciones, en la cima del Monte Faro. | MARTA G. BREA

El centro emisor de telecomunicaciones, en la cima del Monte Faro. | MARTA G. BREA / Fran G. Sas

Uno de los frentes que la Comunidade de Montes Veciñais en Man Común de la parroquia moañesa de Meira tiene abiertos desde hace más años es su demanda de cobrar un canon por el uso de los terrenos del Monte Faro, el pico más alto de la comarca de O Morrazo, por la instalación y uso de las antenas de televisión. Tras intentar en varias ocasiones negociar con la operadora propietaria –primero Retevisión, después Abertis y ahora Cellnex Telecom– los comuneros no lograron que aceptase este pago y en su asamblea de 2017 se decantaron por aguardar a que caducase el contrato firmado en su día con un plazo de 50 años. Justo a finales de 2021 expiró ese contrato que obligaba a los comuneros a la cesión gratuita del terreno. De hecho, la pasada Navidad la operadora decoró las antenas con luces Led, tanto a lo alto como rodeando el perímetro de una de las antenas y mostrando el número 50 en referencia al medio siglo de funcionamiento.

Mañana, sábado 9 a las 17.00 horas, los comuneros de Meira celebran una asamblea general ordinaria en el patio del colegio de Reibón y la reunión puede marcar un punto de partida para una nueva lucha por los derechos de la comunidad en este monte. Y es que los asistentes votarán por retomar las negociaciones con la operadora exigiendo el pago de un canon y, en caso contrario, iniciar acciones judiciales contra la propietaria. La intención es agotar todas las vías posibles para lograr el canon anual y, si no es factible, exigir por vía judicial que se desmonten las históricas antenas. Desde la directiva del colectivo de comuneros reconocen que la zona se considera de interés público en materia de telecomunicaciones, por lo que se exponen al pago de una expropiación.

En cualquier caso, Retevisión lleva medio siglo operando sin ningún pago por la ocupación del espacio. La construcción se realizó en 1972 y en estos momentos el centro emisor, con varias torres, da cobertura de televisión, radio, telefonía e Internet para las Cosas (IoT) a unas 500.000 personas de todo el área metropolitana de Vigo. La última de las torres se levantó en el año 2000 para el despliegue de la Televisión Digital Terrestre (TDT) y la primera y más alta alcanza los 60 metros de altura y es visible desde gran parte de la comarca y desde el otro lado de la ría.

Alrededor de 1.000 metros cuadrados del terreno ocupado pertenece a los comuneros de Meira y al menos otros 100 metros son de los montes en man común de la parroquia de Domaio.

El presidente de los comuneros de Meira, Javier Fernández, explica que de momento no parten con ninguna exigencia ni línea roja en cuanto al precio del canon, para intentar facilitar el camino y llegar a un acuerdo sin recurrir a la vía judicial.

La cesión de los terrenos se realizó para las comunicaciones de empresas públicas como Radio Televisión Española hace medio siglo. Sin embargo, con el paso de los años las instalaciones fueron utilizándose también por compañías privadas y desde hace una década los comuneros entendieron que estaban perdiendo dinero al no recibir ninguna compensación por la explotación del icónico monte. En 2014 incluso llegaron a participar en una conciliación judicial con Retevisión, sin alcanzar ningún acuerdo para el pago de un alquiler porque entonces la empresa entendía “que el estado le concedió en su día todos los derechos”.

Ahora, caducado el contrato, la negociación puede arrancar de cero. La operadora actual de las antenas, Cellnex Telecom, es una compañía española de servicios e infraestructuras de telecomunicaciones inalámbricas pero que se encarga de 53.000 emplazamientos en distintos países de Europa como Austria, Dinamarca, Países Bajos, Portugal, Reino Unido o Suecia. Cotiza en bolsa desde el año 2015.

Aister

En la asamblea de este sábado los comuneros valorarán y votarán el estado de cuentas de la comunidad y la propuesta de presupuesto para este 2022. Hay que recordar que entre las vías para captar más recursos, el colectivo está intentando alquilar la nave que utilizó durante varios años para la cría de cabras.

Otro asunto de importancia es la posibilidad de iniciar acciones legales contra el astillero Aister, previo intento de un acuerdo económico antes de llegar a esa vía. Y es que los comuneros defienden como propios unos 3.500 metros cuadrados de la superficie que utiliza esta empresa, mientras que desde la compañía no lo entienden así.

Además de actualizar el censo de comuneros, la reunión servirá para informar sobre los proyectos a realizar a lo largo de los próximos meses. Los comuneros de Meira lograron celebrar todos los años sus asambleas, aunque fuese al aire libre, sin paralizar su actividad por la pandemia.

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