Profesor en El Hierro y edil en Moaña, pero sin plenos

Daniel González espera desde el año pasado a que el Concello apruebe plenos híbridos para poder asistir de forma telemática

Daniel González, en una imagen de archivo en El Hierro.

Daniel González, en una imagen de archivo en El Hierro. / Cristina González

En el pasado mes de julio, el entonces portavoz del PP de Moaña, José Fervenza, que ha tenido que dejar el cargo este pasado mes de diciembre por motivos de salud, pedía en un pleno que se modificara el Reglamento Orgánico Municipal (ROM) para que, en casos excepcionales, los concejales pudieran participar de forma telemática. Lo hacía en atención a su compañero de grupo Daniel González, que por motivos laborales se tuvo que ir a trabajar a las islas Canarias, primero destinado como profesor interino en Las Palmas, y este curso en El Hierro. Las combinaciones de transporte desde las Canarias le impiden acudir a las comisiones y a los plenos -solo tiene dos días de permiso- y por eso se pedía lo que se denominan plenos híbridos, en los que se permite la asistencia presencial y telemática.

Pero han pasado casi seis meses y nada se ha logrado en este sentido, pese a que con la pandemia se han celebrado plenos y comisiones telemáticas. El pasado 25 de noviembre, el gobierno local llevaba a pleno la modificación del ROM pero para incorporar el sistema de videoacta de las sesiones de los órganos colegiados, con el fin de recoger en soporte electrónico todo el acta que hasta entonces se hacía en papel.

El concejal Daniel González, de 29 años y natural de Meira, no entiende que, tras la pandemia, con la celebración de plenos telemáticos y de comisiones también mediante la conexión por el ordenador, no se le permita la asistencia telemática a los plenos cuando se trata de un motivo argumentado, por un trabajo. Pese a su lejanía, él asegura que siempre se ha encargado de los trabajos administrativos dentro de su grupo municipal y recoge todas las informaciones y comunicaciones que pasa a sus compañeros.

Ahora que tras la pandemia el teletrabajo se ha implantado -incluso el Concello sigue manteniendo esta modalidad entre sus trabajadores, se ha abierto el debate de que los Concellos puedan seguir la senda de poder reunir a sus concejales en una sesión, independientemente de donde se encuentren. El ROM es cierto, dice el concejal, que permite las excepciones en casos de maternidad, paternidad o de ingreso hospitalario, pero asegura que, por motivos laborales no está contemplado y por eso él no puede a asistir telemáticamente a las sesiones desde El Hierro.

Reconoce que cuando José Fervenza le llamó para formar parte de la lista electoral en 2019, él ya le había comunicado que estaba opositando a profesor en las Canarias. ya lo había intentado antes, pero el propio Alfonso Rueda le había dicho que antes estaban los estudios. En 2019, al acabar la carrera, entró como concejal en el grupo municipal y en 2020 fue llamado como profesor sustituto en Las Palmas. En este curso fue convocado para cubrir una excedencia de tres meses por una jubilación de la profesora de Historia, que ahora ya se ha jubilado definitivamente, en el instituto Garoé, en El Hierro, el único de la isla, en donde existe un Centro de Educación Obligatoria (CEO), que carece de Bachiller. Por eso que Daniel González se puede decir que es el único profesor que prepara a los alumnos en Historia para las pruebas de acceso a la universidad. Imparte clases en 2º de Bachiller y también en 1º del programa de Mejora de Rendimiento Académico (PMAR)

Asegura que él estudió la carrera en León y junto a otro compañero decidieron opositar en las Canarias porque ofrecían más posibilidad de trabajo que en la península.

Hasta 50 minutos por un café

Pese a la distancia con Galicia y las malas comunicaciones, con avión y barco solo vía Tenerife, asegura que se siente muy a gusto en la isla. La población no pasa de los 10.000 habitantes y la vida transcurre con más tranquilidad, hasta el punto, recuerda, de que llegó a esperar 50 minutos por un café: “Tranquilo mi niño”, le decían, acostumbrado a que cuando entraba en un sitio ya le sirvieran el café al momento. Allí, guardias civiles y profesores son personajes de primer orden y muchos de ellos son gallegos y andaluces, por eso que dice sentirse en familia. No tiene contactos políticos, ni con el Ayuntamiento ni con el Cabildo (provincial)en manos del PSOE y si lo tiene con el teniente de alcalde, no es por la política sino porque es marido de una profesora.

Pero allí no tiene al margen la política de Moaña, que sigue desde su posición de encargado de la gestión administrativa, de recibir las comunicaciones y trasladarlas a sus compañeros. Admite que ahora su presencia sería importante porque, tras la marcha de Fervenza, al que califica de padre político, el partido quedó descabezado, aunque con ganas por parte de los compañeros de poder reunirse de nuevo para ver por dónde hay que seguir. Asegura que la marcha de Fervenza fue un “batacazo”, pero la salud es lo primero y que cuando ahora regrese al Hierro, espera poder despedirse del exportavoz, aunque sea sin abrazos para preservarle de los peligros de esta pandemia, que él acaba de vivir en propia persona, aunque ya está curado.

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