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En busca de los primeros habitantes de Ons

La estructura excavada en el Castelo dos Mouros. | // GEATT

El equipo de arqueólogos que trabajó durante 2021 en dos fases en la isla de Ons ha dado por finalizado el trabajo por este año. Los investigadores tenían previsto regresar en noviembre, después de una serie de excavaciones en Marruecos, pero un brote de COVID-19 lo impidió. Aún así, los hallazgos en el archipiélago bueués son alentadores y algunos de ellos sorprendentes. La Universidade de Vigo y el Parque Nacional Illas Atlánticas tienen voluntad de continuar con estas excavaciones en el futuro, que deberían ayudar a precisar cuándo llegaron a Ons sus primeros isleños.

Las excavaciones arqueológicas realizadas durante los últimos meses en la isla de Ons han concluido... pero solo de momento. El trabajo desarrollado por el Grupo de Estudos de Arqueoloxía, Antigüidade e Territorio (GEAAT) de la Universidade de Vigo en colaboración con el Parque Nacional Illas Atlánticas ha resultado fascinante. Por un lado, ha servido para profundizar en el pasado romano de la isla bueuesa y, por el otro, ha dejado aún en el aire algunas preguntas que los arqueólogos esperan poder responder a través de futuras excavaciones. Una de las incógnitas más interesantes aún por despejar es cuándo se ocupó por primera vez el archipiélago de Ons.

Una vista aérea de Castelo dos Mouros: atrás, las líneas de parapetos y fosos y a, la derecha, posibles terrazas de cultivo. | // GEATT

Una de las hipótesis con las que se partía era encontrar restos que pudiesen situar la ocupación y la actividad en la Edad de Hierro (alrededor del año 500 antes de Cristo). De momento no se ha llegado tan atrás en el tiempo, pero es una línea de trabajo que en absoluto está descartada. En abril los trabajos se centraron en la salazón romana hallada en la playa de Canexol, mientras que durante el otoño los arqueólogos se centraron en el conocido como “Castelo dos Mouros”, situado muy cerca. Se trata de un espacio que ocupa alrededor de 15.000 metros cuadrados y las excavaciones se centraron en una terraza que ofreció resultados “espectaculares”, tal como explica la directora del trabajo de campo, Alba Rodríguez. “Localizamos una estancia, de la que de momento encontramos tres muros con una altura de hasta 1,70 metros, en un gran estado de conservación y con un suelo de roca, que en algunos puntos tenía rellenos térreos para nivelar”, añade la arqueóloga del GEATT.

Un pilo en Canexol, posiblemente usado como almacén. | // GEATT

El estudio de ese espacio revela que en el lugar existió una ocupación romana muy larga. Esas estructuras se corresponden con toda probabilidad con la época del Bajo Imperio, “una época tardía, entre el siglo III y el IV después de Cristo, y quizás se abandonó a principios del siglo V”. Pero el lugar estaba ocupado desde mucho antes. “Los rellenos térreos arrasaron con lo que había antes, pero hay presencia de materiales que nos indican que ya había una ocupación entre los siglos I y II después de Cristo”, ilustra Alba Rodríguez, que puntualiza que todas las dataciones de momento son aún preliminares.

Uno de los hallazgos más interesantes es un “pequeño tesoro” de monedas de la segunda época, que actualmente están en proceso de restauración en la propia Universidade de Vigo con la restauradora Marta Lago.

Los arqueólogos trabajando en el entorno del Castelo dos Mouros, en Ons. GEATT

La estructura del Castelo dos Mouros supone un hallazgo “sorpresivo” para los arqueólogos. “Esperábamos encontrar restos de la Edad de Hierro y al final nos encontramos con una ocupación más tardía”, explican. No obstante, puntualizan que el área del sondeo es todavía muy pequeña y es probable que aparezcan nuevos restos en próximas excavaciones. En todo caso, los hallazgos constatan que la pequeña isla perteneciente al Concello de Bueu jugó un papel “crucial” en la época romana. Tanto por su situación, ideal para el control del tráfico marítimo, como por ser un centro de producción y exportación.

Entre las cuestiones a responder destaca también qué tipo de productos se exportaban desde la salazón de Canexol y si esta estaba relacionada de alguna manera con el asentamiento del conocido como Castelo dos Mouros, algo que a priori parece más que probable. Las excavaciones realizadas durante el otoño sirvieron para consolidar los restos hallados en el mes de abril, que constataron la presencia de al menos dos salazones.

Dos de las monedas halladas en las excavaciones. | // GEATT

Además, los arqueólogos del GEATT, bajo la dirección científica de Adolfo Fernández, querían acabar de explorar uno de los pilos hallados en la primavera y agotar sus niveles arqueológicos. Ese estudio ha dejado algunos datos realmente “curiosos”. La estructura tiene un fondo de tierra o “xabre” y los muros no están recubiertos de mortero. Por analogía con otros hallazgos similares, como en Nerga, “pensamos que más que como un pilo de salazón se podría haber utilizado como una especie de almacén”. En la excavación se encontraron una gran cantidad de huesos, que han sido enviados a la Universidad de León para su estudio. Allí tiene su laboratorio y equipo de investigación Carlos Fernández-Rodríguez, que es uno de los mayores especialistas en el estudio de fauna terrestre, peces y conchas. El análisis de esos restos óseos podría servir para averiguar que tipo de pescado se salaba y se exportaba desde la isla de Ons, además de dar pistas sobre la fauna terrestre del archipiélago y si había alguna actividad de ganadería.

Los trabajos realizados durante este año 2021 se corresponden en primer lugar al proyecto “Galtfish. Salt and fish salting in Ancient Gallaecia”, financiado por la Unión Europea (UE) y luego a un proyecto científico impulsado por la Consellería de Medio Ambiente y el Parque Nacional Illas Atlánticas, que tienen interés en promover una intervención científica para evaluar el potencial arqueológico de los archipiélagos de este espacio natural. Entre los trabajos previos destaca un estudio con georradar con la empresa SOT, que ya reveló que existe un elevado “potencial arqueológico” en la isla de Ons.

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