Una lección de historia medieval gallega mientras se practica deporte a espadazo limpio. Esta es la propuesta del Concello de Moaña para el sábado 11 de diciembre, pues programa un curso de esgrima histórica en la Casa da Mocidade con monitores de la Sala Viguesa de Esgrima Antiga (SVEA) y con la colaboración del proyecto “Cabaleiro Errante”. Los jóvenes que participen aprenderán a reconocer las espadas más utilizadas en la Edad Media gallega “que son muy similares a las del resto de Europa, porque existía más comercio del que pensamos y las técnicas se copiaban”, apunta Damián Troncoso, de SVEA.
En concreto, practicarán con espadas largas propias de los siglos XIV a XVI, metálicas pero con punta redondeada y sin filo. Además, conocerán sistemas de protección como los escudos y las cubiertas para la cara y las manos. “Entendemos que se trata de un arte marcial histórico europeo, con mucha más técnica y ciencia de lo que se puede pensar. Había que intentar, en todo momento, no exponer el cuerpo y golpear la espada con la parte baja para ganar fuerza”, explica Damián Troncoso, mientras esgrime una espada de 1,20 metros de longitud “y muy utilizada en el Sacro Imperio Romano Germánico”.
Con nueve asociaciones en toda Galicia, la esgrima antigua cuenta con unos 30 alumnos solo en la sede de SVEA en Vigo. Ahora el objetivo es que los jóvenes de Moaña descubran este arte de combate mientras experimentan una clase práctica sobre historia. El taller está previsto de 10.00 a 13.00 horas para jóvenes de entre 12 y 17 años. También se aceptarán a mayores de edad.
Los más pequeños practicarán con réplicas de espadas de nailon “y en la sala, los que empiezan con menos edad usan espadas de espuma”, indican los monitores. Ayer, como aperitivo, ante la Casa do Concello, Damián Troncoso y Aldán López explicaron varias técnicas despertando la curiosidad de los integrantes del Gobierno municipal y de curiosos que pasaban por la zona.
Pese a requerir ejercicio físico, las clases para conocer estas técnicas de manejo de espadas históricas no tienen edad, a juzgar por algunos de los alumnos en la sala de Vigo. “Tenemos a una alumna de 71 años”, explican. Recalcan que, además de deporte “se trata de una actividad cultural”, y relatan cómo las técnicas de manejo de espada se fueron dejando de lado “en cuanto aparecieron las armas de fuego en los ejércitos”.