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Bueu adelanta el cierre del erizo, con un balance 44.200 kilos y 465.200 euros

Un momento del pesaje de las capturas del último día de la campaña en Bueu, ayer en la lonja. | // G.NÚÑEZ

Un año más la Cofradía de Bueu ha decidido adelantar el cierre de la campaña del erizo. Y no porque el resultado sea negativo, sino todo lo contrario. Esta especie se ha convertido en el segundo recurso por importancia en la facturación de la lonja bueuesa y tanto el pósito como el sector quieren preservarlo. Los planes de explotación autorizados por la Consellería do Mar permiten la extracción del erizo hasta finales de abril y en Bueu apostaron por dar por cerrada ayer esta parte de la campaña. Una temporada que se salda con más de 44.200 kilos y un volumen de negocio que supera los 465.000 euros. “Es un balance muy positivo”, afirman de manera contundente desde la cofradía.

La extracción del erizo de mar está permitida entre el 1 de octubre y el 30 de abril, con un periodo de cinco meses de veda para garantizar la conservación del recurso. A mayores, cada cofradía puede adoptar medidas adicionales para preservar aún más la especie. “En nuestro caso la flota solo sale tres días a la semana, siempre con un precio mínimo de 8 euros al kilo. Para poder salir un cuarto día la demanda tiene que garantizar un precio mínimo de 9 euros el kilo”, explica el patrón mayor bueués, José Manuel Rosas.

No es la única decisión “conservacionista” adoptada por el sector. El plan de explotación está integrado por cuatro embarcaciones y en algunas de ellas hay hasta tres tripulantes a bordo. Los topes máximos autorizados son de 50 kilos por hombre enrolado y a bordo, lo que en algunos casos supondría hasta 150 kilos diarios. “Existe un acuerdo interno para dejar ese límite en 100 kilos y así ayudar a preservar la especie”, destaca Rosas.

La mayoría del producto de Bueu sale para el extranjero. | // G.NÚÑEZ

La campaña que arrancó el 1 de octubre lo hizo rodeada de incertidumbre debido a la situación provocada por la pandemia sanitaria del COVID-19. “Es un momento anómalo y había muchas dudas por los cierres de la hostelería en países como Francia e Italia”, explican. Los compradores de erizo en la lonja de Bueu son, en su mayoría, distribuidores y comercializadores que destinan el producto al mercado internacional. Fundamentalmente a esos dos países, pero también en menor cantidad a Bélgica y Alemania. En el último trimestre del año 2020 las capturas superaron los 25.000 kilos, con una facturación que rozó los 270.000 euros. Mención especial merece el mes de diciembre, en el que el erizo llegó a alcanzar un precio en lonja de 24,50 euros durante las fechas navideñas.

Durante los tres primeros meses de 2021 las capturas se redujeron sensiblemente, sin llegar en ningún caso a los 7.000 kilos mensuales. Fueron un total de 19.000 kilos y más de 196.000 euros, con un precio máximo de 16,60 euros durante febrero. “Honestamente hay que reconocer que no esperábamos una campaña con un balance tan positivo”, admiten los responsables de la cofradía bueuesa.

La decisión de adelantar el cierre se debe a la voluntad de preservar un recurso de importancia creciente y a razones de carácter comercial. En esta época del año hay una gran oferta de producto porque los planes de explotación del norte de Galicia suelen activarse a partir de enero, lo que a su vez también redunda en el precio de venta. Además el sector quiere asegurarse de que la especie tiene tiempo suficiente para desovar y reproducirse, lo que a su vez es una garantía para encontrar recurso suficiente en el último trimestre del año y en las fiestas navideñas, que es cuando alcanza su mejor cotización.

Un crecimiento imparable desde el año 2015

El año 2020 se cerró con un dato inédito en la historia de la lonja de Bueu. Por primera vez desde que existen registros el pulpo no fue la especie que generó mayores ingresos, sino que fue desplazado por el erizo: más de 47 toneladas y más de 520.000 euros de volumen de negocio. Un dato que también está condicionado por la “catastrófica” situación del cefalópodo durante el ejercicio 2020. De todos modos, eso no obvia la importancia creciente que ha adquirido el erizo para la cofradía de Bueu durante los últimos años. El punto de inflexión hay que buscarlo en el ejercicio 2015, cuando las capturas pasaron de 31.700 kilos a más de 53.000 y se alcanzó un precio máximo de hasta 13 euros el kilo. A partir de ese momento el crecimiento de esta especie ha sido una constante, marcando valores máximos por encima de los 20 euros en las navidades y con un precio medio que en los últimos años se ha situado por encima de la barrera de los 10 euros. El mejor ejercicio fue el de 2019, con unas capturas superiores a los 53.100 kilos y una facturación que rozó los 580.000 euros.

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