“La Diputación y el Concello de Cangas presentan el esperadísimo proyecto integral para transformar la carretera provincial O Viso-Igrexario en un espacio prioritario para las personas en equilibrio con la circulación rodada”. Así comienza la nota oficial con que la institución que preside Carmela Silva presume de un proyecto que lleva varios lustros entre las demandas prioritarias de los colectivos sociales de la parroquia de O Hío y que “por fin” se licitará en el mes de septiembre por 1.035.000 euros, según anunciaron ayer los técnicos en la visita de la presidenta a Cangas para remarcar el compromiso adquirido cuando asumió el cargo, en 2015. La negociación de las cesiones con los propietarios de terrenos colindantes –a quienes la alcaldesa, Victoria Portas, agradeció su “esfuerzo y compromiso”– demoraron el procedimiento, aunque Silva recalcó que la Diputación ha hecho más por esta causa en los últimos cinco años que en los 40 que estuvo presidida por el PP. No obstante, eludió poner fechas a la finalización de una “infraestructura extraordinaria” de un kilómetro de longitud que dará protagonismo a los peatones sobre los vehículos y contribuirá a aliviar los problemas de tráfico, sobre todo con la afluencia a las playas en verano.

La actuación incluye la mejora de la intersección con la carretera autonómica PO-313 en el cruce de O Viso y la creación, por la margen derecha, de una senda peatonal continua de 2,5 metros de ancho al mismo nivel que la carretera, aunque con firmes bien diferenciados para evitar que la invadan los coches, una de las principales preocupaciones del vecindario. Se habilitarán dos “zonas de convivencia con prioridad peatonal”, nuevo firme y señalización vertical y horizontal, sistemas de “calmado de tráfico” con pasos de cebra sobreelevados y una iluminación más eficiente con la instalación de 43 farolas led, que aportarán seguridad. Se aprovechará la intervención para canalizar y poner al día los servicios básicos –abastecimiento de agua, electricidad y telecomunicaciones– y se mejorarán las cunetas y el drenaje de las aguas pluviales.

Carmela Silva, que inició su intervención con un “recuerdo especial” al fallecido alcalde, Xosé Manuel Pazos, defendió la superación de una vieja forma de hacer las obras públicas dando prioridad a las personas que se desplazan a pie o que tienen movilidad reducida, a las que circulan en bicicleta y a vehículos de transporte público y privado, en este orden, pues el objetivo es dotar a la ciudadanía de espacios públicos seguros y que inviten a transitarlos.

Ante el temor de la alcaldesa, Victoria Portas, de que el Plan Concellos sufriera un revés plenario, como así ocurrió, Carmela Silva advirtió que sería “un disgusto enorme” y sus detractores políticos los que tendrán que rendir cuentas a la ciudadanía por poner en riesgo la pérdida de 800.000 euros para obras públicas y ayudas a la hostelería, aunque garantizó a la regidora que la mejora del tramo entre O Viso e Igrexario “se va a hacer sí o sí, buscaremos la forma”, y comprometió su palabra en ello.

Satisfacción y dudas de los vecinos de O Hío

La presidenta de la Diputación y su equipo técnico explicaron las líneas básicas del proyecto en un salón de plenos al que fueron invitados los representantes de los colectivos sociales de la parroquia de O Hío, que, en general, celebraron lo que parece ser el “impulso definitivo” al proyecto y su ejecución en 2021, aunque también plantearon dudas sobre sus características y demandas de mejoras más allá de este tramo. “Donón existe”, proclamó un vecino de la aldea, que pide más inversiones para no padecer solo las consecuencias negativas del turismo masivo. Desde el colectivo de Igrexario mostraron su inquietud por la posible invasión y uso de esta senda como aparcamiento de vehículos, riesgo que Carmela Silva y los técnicos descartan porque los espacios están bien delimitados y existen ejemplos, como en San Vicente ( O Grove), que confirman el buen funcionamiento del sistema, aunque el representante de Liméns advierte que el éxito está por ver y aboga por que se tenga en cuenta a las personas con discapacidad en todas las actuaciones públicas. Desde Igrexario también demandan, a mayores, la “humanización” del cruceiro y entorno del conjunto histórico y artístico, habilitando un sentido único de tráfico rodado y un vial alternativo.

Quejas comunes por la invasión de vehículos

Los residentes en Viñó se quejan de que los coches ocupan arcenes y espacios de tránsito peatonal, con molestias y riesgos para la seguridad, y piden al Concello y la Diputación soluciones conjuntas al problema, mientras que un representante de la asociación de vecinos de Nerga llama la atención sobre la saturación del tráfico a las playas y los problemas que conlleva para circular a pie, y plantea que se habilite un paso de peatones en Cruz do Castro para paliar la situación.