El juez mantiene bajo secreto de sumario la investigación alrededor del cadáver aparecido en una vivienda alquilada de Meira la semana pasada y que podría llevar muerto más de un año. Para asegurarse de la identidad del fallecido, se están realizando en laboratorios de Madrid análisis del ADN del cuerpo.

Identificar correctamente el cadáver es esencial para proseguir con la investigación y determinar si existen responsabilidades penales, pues no se descarta un abandono consciente del cuerpo que, eso sí, no presenta indicios de violencia.

Las principales líneas de investigación se decantan por que el fallecido es el padre de la última inquilina de la vivienda, que tenía unos 70 años. Los vecinos de la zona señalan que nadie pasaba por la casa desde el verano de 2019.